A septiembre, tenemos 3,8% (de crecimiento), por lo que con seguridad vamos a rebatir, a rebasar las expectativas de la CEPAL. Nuestra proyección es que vamos a estar cerca del 4% (a diciembre)”, indicó Luis Arce.
La economía de Bolivia creció en 3,8% a septiembre y se prevé que llegué a 4% hasta fines de año. La cifra habría superado el 5% de no ser por la baja producción registrada en los sectores minero y agropecuario. No obstante, el gobierno afirma que Bolivia muestra un crecimiento sostenido.
El 14 de diciembre, La Razón informó de que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que la economía boliviana cerrará el año con 3,8% de crecimiento, uno de los más bajos de la región.
“A septiembre, tenemos 3,8% (de crecimiento), por lo que con seguridad vamos a rebatir, a rebasar las expectativas de la CEPAL. Nuestra proyección es que vamos a estar cerca del 4% (a diciembre)”, indicó ayer el ministro de Economía, Luis Arce. El avance de la economía de un país refleja el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB), indicador que mide la cantidad de bienes y servicios producidos durante el año.
Según Arce, la cifra alcanzada al tercer trimestre se debe principalmente al crecimiento obtenido en los rubros de gas y petróleo (en 10,3%) y de construcción (en 8,6%). Otros sectores que crecieron a septiembre fueron transporte (6,8%), electricidad y agua (6,5%), establecimientos financieros (5%) y comercio (4%), entre otros.
Asimismo, el ministro identificó a minería y agricultura como los dos sectores que “han detenido el dinamismo que tenía la economía nacional”. El primero, detalló, registró un decrecimiento de 3,7% hasta septiembre; mientras que el segundo creció solamente 1,1% en ese período.
Si el comportamiento de ambos rubros hubiera sido el previsto, “hubiéramos estado creciendo por encima del 4,5%”, sostuvo la autoridad. Según las estimaciones, añadió, por minería se perdió un punto porcentual en el nivel de crecimiento y al menos 0,5% por el sector agropecuario. “Estaríamos hablando de por encima de 5% de crecimiento este año. Lamentablemente eso no se dio en el país”, complementó Arce.
El ministro atribuyó el bajo desempeño del agro a las heladas, sequías, incendios y otros fenómenos naturales que “han mermado la capacidad productiva agrícola”.
La cifra negativa en minería es el resultado, aseveró, de las medidas de presión (paro cívico, huelgas de hambre y bloqueos) desarrolladas durante 20 días (en agosto) por sectores sociales de Potosí. Las mismas provocaron una paralización de las actividades mineras de ese departamento, acotó.
Como ejemplo de ello, Arce señaló que este año la producción de complejos de plomo, plata y zinc (desarrollada en Potosí) tuvo una caída, respecto al 2009. La producción de plomo bajó de 71.358 a 59.924 toneladas; la de zinc lo hizo de 354.776 toneladas a 344.086. En cuanto a la plata, en esta gestión se produjeron 1.064 toneladas, cuando el 2009 la cifra llegó a 1.117 toneladas, precisó el ministro.
Crecimiento potencial es mayor
“El PIB potencial ha subido en el país en un punto porcentual. Ya no crecemos al 3%, como era el estándar y el promedio en el período neoliberal, ahora ya hablamos de un crecimiento mínimo de 4%”, dijo Arce. Teniendo en cuenta que la población crece al 2,4%, agregó, el margen para que el PIB per cápita (por habitante) se incremente es mayor.
El consumo de servicios básicos subió de 5,7% a 7%
Entre enero y octubre de este año, el consumo de servicios básicos (agua, electricidad y gas) llegó a 7%, porcentaje mayor al registrado en similar período del 2009, cuando ascendió a 5,7%.
Así lo informó ayer el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, quien atribuyó el hecho a la transferencia de recursos económicos a la población a través de los bonos Juancito Pinto, Juana Azurduy, la renta Dignidad y los incrementos salariales.
“Hay una mejora en la calidad de vida, un dinamismo en la demanda interna (...). La población, cuando vio incrementados sus ingresos, lo primero que hizo fue satisfacer sus necesidades básicas”, manifestó la autoridad.