El organismo señaló que si bien China ha continuado abriendo sus mercados desde su adhesión, en 2001, sus barreras para los envíos al exterior no han disminuido tan rápido como las que se imponen a las importaciones.
Ginebra. Las limitaciones de China a la exportación de ciertas materias primas para conservar recursos en el país no cumplirían con las metas establecidas, dando una ventaja desleal a las manufactureras chinas, dijo este lunes la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los comentarios, publicados en un informe preparado para una revisión bianual de las políticas comerciales del gigante asiático, son poco comunes para la secretaría general de la OMC en relación a una disputa vigente entre sus miembros.
Al limitar la exportación de ciertas materias primas, China hace que estos sean más costosos para las manufactureras extranjeras y más baratos para su industria, la que puede fabricar productos terminados más baratos y venderlos a un mejor precio en los mercados internacionales.
Las restricciones de China a la exportación de materias primas han sido impugnadas por Estados Unidos, la Unión Europea y México, por lo que la OMC estableció un panel de disputas en diciembre para dirimir el asunto.
En su informe, la OMC resaltó que China ha continuado abriendo sus mercados desde que se unió al organismo internacional en 2001, y su arancel promedio para el comercio internacional es ahora de 9,5%, por debajo de 9,7% de 2007.
Sin embargo, la entidad sostiene que las barreras de Pekín a los envíos al exterior no han disminuido tan rápido como aquellas a las importaciones.
China emplea restricciones como prohibiciones, licencias, cuotas, impuestos y rebajas de impuestos para manejar ciertas exportaciones, que le permiten conservar energéticos y materias primas en el país, señala el documento.
El reporte cuestiona también si esta postura es efectiva económicamente y señala que estas restricciones tienden a reducir los volúmenes de exportaciones de ciertos productos, aumentando sus inventarios en el mercado local y abaratando los precios domésticos.
En general, los funcionarios de la OMC suelen ser renuentes a comentar temas que son objeto de litigio en el organismo por temor a influir en el veredicto, y el informe adoptó una postura discreta respecto a otras disputas que involucran a China.
El documento no hace ninguna recomendación sobre la política cambiaria del yuan, cuyo nivel preocupa a Estados Unidos y a otros socios comerciales.
Estados Unidos dijo no estar de acuerdo con el informe que aseguraba que China seguía abriendo sus mercados y señaló que el proceso hacia la liberalización se había desacelerado desde 2006.
"Desde el punto de vista de Estados Unidos, China se ha enfocado mucho más en desarrollar iniciativas de política industrial que apunten a ayudar a que las empresas chinas aumenten su cadena de valor en industrias claves", dijo en un comunicado Michael Punke, embajador estadounidense ante la OMC.
China, agregó Punke, "ha demostrado un interés altamente selectivo en seguir abriendo su mercado de manera más plena y justa a la participación extranjera".