El régimen laboral de exportaciones no tradicionales generó más de 1.3 millones de empleos entre 2007 y 2011, afirmó este lunes la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).
La Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), afirmó este lunes que el régimen laboral de exportaciones no tradicionales generó más de 1.3 millones de empleos entre 2007 y 2011.
Afirmó que los contratos crecieron a una tasa promedio anual del 9% en la última década.
Ello refleja un aumento del 3% con respecto al año 2010, cuando la cifra total fue de 273.14.
En el caso de las regiones, Lima muestra la mayor cantidad de contratos de trabajo presentados bajo este sistema, con un total de 181.134, lo que equivale al 64,5% del total a nivel nacional.
Le siguen Ica, con 23.327 (8,3% del total); Piura, con 19.892 (7,1% del total); y Arequipa, con 19.839 (7,1% del total).
En lo que respecta a Lima, el nivel de contratos iniciados en el 2011 alcanza los 51.603 y los contratos renovados suman 129,531.
Las actividades económicas que más utilizan este régimen laboral son la fabricación de prendas de vestir encabeza la lista con 106.729 contratos, lo que representa el 58,9%de todos los presentados en el 2011.
Del total registrado en esta actividad, el 71,6% corresponde a renovaciones en el año, mientras que el 28,4% restante se debe a nuevas contrataciones.
Otras actividades que destacan son la preparación e hilatura de fibras textiles, tejeduría de productos textiles y la fabricación de tejidos y artículos de punto y ganchillo, con el 20,1% y el 7,1% del total de contratos, respectivamente.
ComexPerú aseveró que la creación de empleo en el sector no tradicional ha mantenido su tendencia al alza, incluso en contextos difíciles como lo fue la crisis internacional durante el 2008, y no se ha detenido.
En este sentido, pidió al gobierno mantener este régimen laboral especial frente al proyecto de ley presentado al Congreso de la República para derogarlo.
Dijo que los promotores de la derogación de este régimen deberían tomar en cuenta el hecho de que las empresas exportadoras no despidieron personal y mantuvieron la mayor cantidad de trabajadores bajo condiciones adversas provocadas por un clima internacional desfavorable.
Muchos de estos trabajadores probablemente estarían sin trabajo de no aplicarse dicho régimen, que hoy actúa precisamente a su favor.