El informe sobre la producción industrial ilustra que el crecimiento económico aún no está comenzando a surgir nuevamente, lo que es otra razón para que la Fed se embarque en un nuevo programa de alivio
Washington. La producción industrial estadounidense se contrajo en septiembre por primera vez en más de un año, apuntando a una continua desaceleración en el crecimiento y reforzando la posibilidad de ver nuevas medidas de alivio monetario el próximo mes.
En contraste, la confianza de los constructores de vivienda mejoró este mes, pero se mantuvo en niveles bajos, sin alterar la hipótesis de que la Reserva Federal inyectará más dinero en la economía en su encuentro de noviembre para apuntalar la recuperación.
"El informe sobre la producción industrial ilustra que el crecimiento económico aún no está comenzando a surgir nuevamente, lo que es otra razón para que la Fed se embarque en un nuevo programa de alivio cuantitativo", dijo Paul Ashworth, economista senior de Capital Economics en Toronto.
La producción industrial cayó un 0,2%, la primera baja desde junio del 2009 y tras crecer un 0,2% en agosto, dijo la Reserva Federal. Economistas consultados por Reuters esperaban un incremento del 0,2%.
En tanto, el índice del Mercado de la Vivienda NAHB/Wells Fargo se elevó a 16, dijo el grupo en un comunicado, superando las estimaciones de economistas consultados por Reuters de un alza a 14.
Una lectura por debajo de 50 indica que una mayor cantidad de constructores ven las condiciones de ventas más malas que buenas. El índice no supera el umbral de 50 desde abril del 2006.
Los índices de acciones en Estados Unidos subieron tras el dato de vivienda, mientras que los precios de los bonos del Tesoro recortaron sus ganancias. El dólar subió desde un mínimo de 10 meses frente a una canasta de monedas.
Aunque los mercados financieros ya han asumido el impacto de un nuevo estímulo monetario de la Fed, aún no está claro cuánto dinero inyectará el banco central mediante sus potenciales compras de activos estadounidenses.
El viernes pasado, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dio su señal más fuerte hasta el momento de que un nuevo alivio en la política monetaria era inminente pero no entregó detalles sobre qué tan agresivo seria este proceso.
La recuperación desde la peor recesión en 70 años se ha desacelerado notablemente, dejando al desempleo en niveles indeseablemente elevados y a la inflación muy baja.
El mes pasado, la producción industrial fue arrastrada a la baja por un declive del 0,2% en la actividad manufacturera, que según los analistas confirma una desaceleración en la actividad fabril al desvanecerse el proceso de reabastecimiento de inventarios.
"No creemos que esto sea el presagio de un colapso en la actividad, pero el crecimiento manufacturero está desacelerándose claramente a un ritmo de crecimiento más contenido, a pesar de estar muy lejos de los niveles previos a la crisis", dijo Eoin O'Callaghan, economista de BNP Paribas en Nueva York.
Excluyendo los vehículos motorizados y repuestos, las manufacturas cayeron también en un 0,2% el mes pasado, mientras que la producción minera creció un 0,7%, en tanto que el uso de servicios públicos cayó en un 1,9%.
El uso de la capacidad instalada, una medición de la holgura en la economía, bajó levemente a 74,7% desde 74,8%.
Esta tasa es 4,2 puntos porcentuales superior a su nivel del año anterior, pero aún 5,9 puntos por debajo del promedio entre 1972 y el 2009.
Aunque la confianza entre los constructores subió este mes, el mercado inmobiliario sigue débil. Una investigación relacionada con malos manejos en el proceso de ejecuciones ha sacudido al mercado, llevando a algunos bancos a retrasar sus embargos de casas.