Manuel Sánchez alertó que "la amenaza más importante generada por estas acciones, es un amplio movimiento hacia un proteccionismo que podría lastimar la recuperación sostenida de la economía global".
Washington. Tasas de interés ultra bajas en los países desarrollados están alimentando una especulación peligrosa en los mercados emergentes, y obligan a tomar medidas que podrían dañar el crecimiento económico global, dijo este jueves un alto funcionario del banco central de México.
Manuel Sánchez, subgobernador del banco central mexicano, dijo a Reuters Insider que está preocupado por las represalias en la política económica que podrían dañar las relaciones comerciales.
"La apreciación de esas monedas ha empujado a algunos gobiernos a una postura reactiva, generando medidas de control de capitales en algunos casos o intervenciones en los mercados de divisas. Yo sostengo que esa no es una buena señal para la recuperación en curso de la economía mundial", dijo Sánchez en un aparte de una reunión patrocinada por el CATO Institute.
La política monetaria ultra relajada de la Reserva Federal, y en particular su decisión este mes de inyectar un estímulo de US$600.000 millones en el sistema bancario comprando bonos del Tesoro, ha generado fuertes críticas en todo el mundo.
Funcionarios de países emergentes claves como China y Brasil han descripto esa política como un intento encubierto de fortalecer las exportaciones estadounidenses debilitando el dólar, algo que desde la Fed niegan explícitamente.
Sánchez dijo que veía un rápido flujo ingresante de dinero en activos financieros de riesgo y de más alto rendimiento en los mercados emergentes como una consecuencia no buscada de la política de la Fed, aunque una consecuencia importante al fin.
"La amenaza más importante generada por estas acciones es un amplio movimiento hacia un proteccionismo que podría lastimar la recuperación sostenida de la economía global. Por lo tanto es preferible evitar completamente esas medidas", dijo Sánchez en declaraciones más temprano.
Preguntado sobre el panorama de México, respondió que la economía parecía dispuesta a crecer entre un 3,2% y un 4,2% en el 2011, citando los pronósticos de funcionarios del banco central.
Esa cifra mostraría un descenso desde un crecimiento estimado del 5% en el 2010, y refleja en parte las perspectivas menguantes para la recuperación de Estados Unidos.
Sánchez no hizo comentarios sobre política monetaria directamente. El banco central mexicano ha dicho este mes que podría recortar la tasa de interés o aumentar sus reservas internacionales si persiste la ola de inversión extranjera en los mercados de capitales locales.