Los precios globales del trigo, maíz y soja, después de varios años de fuertes ganancias, se encaminan a pérdidas en 2023 debido a la disminución de los cuellos de botella en el Mar Negro y los temores de una recesión global.
Los altos precios de los alimentos en los últimos años han llevado a los agricultores de todo el mundo a cultivar más cereales y oleaginosas, pero los consumidores enfrentarán suministros más ajustados hasta 2024, debido a las condiciones climáticas adversas de El Niño, restricciones a la exportación y mayores mandatos de biocombustibles.
Los precios globales del trigo, maíz y soja, después de varios años de fuertes ganancias, se encaminan a pérdidas en 2023 debido a la disminución de los cuellos de botella en el Mar Negro y los temores de una recesión global, aunque los precios siguen siendo vulnerables a los impactos en el suministro y a la inflación alimentaria en el Año Nuevo, según analistas y comerciantes.
"La situación de suministro de granos mejoró ciertamente en 2023 con cosechas más grandes en algunos de los lugares clave que importan. Pero aún no estamos fuera de peligro", dijo Ole Houe, director de servicios de asesoramiento en la correduría agrícola IKON Commodities en Sídney.
"Tenemos pronósticos de clima de El Niño hasta al menos abril-mayo, Brasil casi con certeza va a producir menos maíz, y China está sorprendiendo al mercado comprando volúmenes más grandes de trigo y maíz en el mercado internacional".
EL NIÑO Y LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS
Se pronostica que el fenómeno meteorológico de El Niño, que trajo sequías a gran parte de Asia este año, continuará en la primera mitad de 2024, poniendo en riesgo el suministro de arroz, trigo, aceite de palma y otros productos agrícolas en algunos de los principales exportadores e importadores agrícolas del mundo.
Comerciantes y funcionarios esperan que la producción de arroz en Asia en la primera mitad de 2024 disminuya debido a condiciones de siembra seca y la reducción de embalses, lo que probablemente afectará los rendimientos.
Las reservas mundiales de arroz se redujeron este año después de que el fenómeno meteorológico de El Niño afectara la producción, lo que llevó a India, de lejos el mayor exportador mundial, a restringir los envíos.
Mientras que otros mercados de granos estaban perdiendo valor, los precios del arroz se dispararon a sus niveles más altos en 15 años en 2023, con cotizaciones en algunos centros de exportación asiáticos aumentando entre un 40% y un 45%.
El próximo cultivo de trigo de India también está siendo amenazado por la falta de humedad, lo que podría obligar al segundo mayor consumidor mundial de trigo a buscar importaciones por primera vez en seis años, ya que las existencias internas en almacenes estatales han alcanzado su nivel más bajo en siete años.
GRANJEROS EN EL HEMISFERIO SUR
En abril, los agricultores en Australia, el segundo exportador mundial de trigo, podrían estar sembrando sus cultivos en suelos secos, después de meses de calor intenso que redujo los rendimientos para la cosecha de este año y puso fin a tres años consecutivos de cosechas récord.
Esto probablemente llevará a los compradores, incluidos China e Indonesia, a buscar mayores volúmenes de trigo a otros exportadores en América del Norte, Europa y la región del Mar Negro.
"La situación de suministro de trigo en el actual año de cosecha 2023/24 es probable que empeore en comparación con la temporada pasada", escribió Commerzbank en una nota.
"Esto se debe a que las exportaciones de importantes países productores probablemente serán significativamente más bajas".
En el lado positivo para el suministro de granos, se espera que la producción de maíz, trigo y soja en América del Sur mejore en 2024, aunque el clima errático en Brasil genera algunas dudas.
En Argentina, las lluvias abundantes en las tierras agrícolas probablemente impulsen la producción de soja, maíz y trigo en uno de los mayores exportadores de granos del mundo.
Según la Bolsa de Cereales de Rosario en Argentina (BCR), el 95% del maíz temprano plantado y el 75% de la soja están en condiciones "excelentes a muy buenas", gracias a las lluvias desde finales de octubre en la región de Pampas del país.
Brasil se prepara para una producción agrícola cercana a un récord en 2024, aunque las estimaciones de producción de soja y maíz del país se han reducido en las últimas semanas debido al clima seco.
Se espera que la producción global de aceite de palma también disminuya el próximo año debido al clima seco de El Niño, lo que respaldará los precios del aceite de cocina que cayeron más del 10% en 2023. La disminución en la producción se produce en medio de expectativas de una mayor demanda para la fabricación de biodiesel y aceite de cocina a base de aceite de palma.
"Vemos más riesgo al alza que a la baja en los precios", dijo CoBank, un importante prestamista del sector agrícola de Estados Unidos.
"Las existencias globales de granos y oleaginosas están ajustadas según medidas históricas, es probable que el hemisferio norte tenga un fuerte patrón climático de El Niño durante la temporada de crecimiento por primera vez desde 2015, el dólar debería continuar con su reciente declive, y la demanda global debería volver a su tendencia de crecimiento a largo plazo".
