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Milei y Argentina: ¿amarga luna de miel?
Viernes, Enero 12, 2024 - 14:30
crédito foto Javier Milei

Esta semana se cumplió el primer mes de Javier Milei y sus ideas libertarias como presidente de la nación sudamericana. Y aunque era previsible que aplicara una ‘terapia de shock’ a su economía, también era esperable un despiadado aumento de precios, así como la férrea resistencia del sistema político a cambiar décadas de distorsión peronista. ¿Qué se puede anticipar para los siguientes meses?

“No es un acuerdo nuevo, sino que se ha reflotado el anterior”.

La declaración del ministro de Economía argentino Luis Caputo sobre el acuerdo del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el gobierno argentino sobre la séptima revisión del Programa de Facilidades Extendidas (SAF) alcanzada el miércoles por la tarde, en cierta medida puso una cuota de realismo a un anuncio que podría haberse tomado como un triunfo.

En lo concreto lo es: esto le permitirá al país tener acceso a un desembolso de US$ 4.700 millones, que deberá ser aprobado en las próximas semanas por el directorio ejecutivo del organismo, y será destinado "para pagar los vencimientos de capital correspondientes a diciembre, enero y abril”.

Y si bien la noticia de inmediato repercutió positivamente en la Bolsa local -que abrió al alza este jueves, con el Merval ganando un 2%, a 1.092.183,66 puntos básicos- lo cierto es que el equipo del FMI que estuvo toda la semana en Argentina no tuvo problemas en reconocer que el gobierno anterior había desviado gravemente su rumbo económico: “Se incumplieron las metas de déficit fiscal primario y de deudas internas para finales de septiembre, y datos preliminares sugieren que las metas de fin de año se incumplieron incluso por un margen mayor”, declararon sus directivos por la prensa.

Fue ahí que el ministro Caputo salió a aclarar que el desembolso que recibirá Argentina será "para pagar los vencimientos de capital de diciembre", y que para hacerlo tuvieron que "pedirle prestado a la CAF, los de enero y los de abril”. También restan pagar otros US$ 600 millones en febrero “pero esos son intereses y no entran en este acuerdo”, complementó.

Lo cierto es que los últimos treinta días se han sentido como una montaña rusa, aún para un país tan convulso como Argentina. Y se espera que siga así por un buen tiempo más.

AJUSTE ORTODOXO

“Argentina ahora, después de 20 años de hegemonía kirchnerista, es un país que está destruido, totalmente en decadencia, degradado, con un 12% de indigentes, y ya llegando a un 50% de pobres”, dice de entrada Pablo Lacoste, analista internacional y académico del Instituto Idea, dependiente de la Universidad de Santiago de Chile.

El profesional, de origen argentino, indica que son una serie de reformas económicas y políticas en este primer mes que apuntan a desmontar el estado corporativo peronista y muchos privilegios del sector empresarial también, “porque el sector empresario fue el capitalismo de amigos, donde no había competencia: era una economía cerrada, donde el gobierno controlaba con sus amigos empresarios que tuvieran de alguna manera el mercado cautivo”, agrega.

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Para Lacoste, el presidente Milei se está comportando como un gerente desde la primera magistratura del país, con muchas medidas, algunas de ellas delirantes a los criterios tradicionales, como su afán de privatizar todas las empresas del Estado.

En ese sentido, Lacoste hace una analogía: “El Estado argentino es una empresa quebrada y Milei es el síndico: tiene que ver, con lo poquito que existe, cómo hace para pagar algunas deudas y bajar los gastos, porque no hay plata, ya que los otros [presidentes] destruyeron la economía”.  

Uno de los indicadores de esta nueva era, y que en cierta forma es una forma pragmática de rendirse a la realidad, es el anuncio de la próxima emisión en junio de billetes de 10.000 y 20.000 pesos, que vienen a relevar al actual papel moneda de 2.000 pesos, con el que se compra muy poco.

“En este primer mes básicamente ha ocurrido lo que los economistas podríamos describir como un ‘ajuste ortodoxo’, que consistió en devaluar la moneda para que el dólar oficial al cual se transan las importaciones y exportaciones se duplicase hasta los 800 pesos. Junto con ello [Milei] anunció un fortísimo plan de ajuste fiscal y la liberación del precio de los combustibles, de los medicamentos y de la medicina, en un escenario donde la herencia recibida era de precios absolutamente distorsionados. Así que el impacto inicial del plan está siendo muy duro”, comienza su análisis el economista argentino Carlos Ponce.

De todas formas, Milei ha tenido que transar en su programa original, recuerda el economista, ya que no cerró el Banco Central ni dolarizó la economía. Un aspecto que también denota pragmatismo, ya que el banco JP Morgan reforzó en un reciente análisis, titulado “Ojo en el mercado” que el país no tiene las condiciones para adoptar la moneda estadounidense. 

LEY ÓNMIBUS

Políticamente, Milei no la tiene más fácil.

Como se preveía desde que era candidato, le es imposible equilibrar fuerzas en el parlamento respecto del peronismo y radicalismo.

Su desventaja es que apenas cuenta con siete senadores y 37 diputados. Pero, además, algunos gremios empresariales ya han dicho que se sienten perjudicados. Mientras que los sindicatos, que en el país sudamericano tienen una gran fuerza política y que son capaces de movilizar a cientos de miles de personas, como los denominados ‘piqueteros’ y la Confederación General del Trabajo (CGT), ya han anunciado un paro general para el próximo 24 de enero.

Las protestas tienen que ver principalmente contra las medidas que Milei ha decidido llevar a cabo, que por un lado buscan liberalizar y abrir totalmente la economía argentina, con una austeridad máxima en el gasto pero que también persiguen acabar con los llamados “privilegios de la Casta” que, desde la perspectiva de algunos críticos del sistema peronista, bordean en la criminalidad.

“En Argentina, [el presidente Juan Domingo] Perón construyó un esquema de privilegio de sus sindicatos, donde los jefes sindicales son multimillonarios, tienen caballos de carrera, casas de lujo, autos de altísima gama... y la razón es que controlan obras sociales obligatorias por rama de actividad. Cuando tú empiezas a trabajar en un lugar, de tu sueldo se descuenta un aporte obligatorio al sindicato único que maneja el peronismo, que es irrenunciable, y además te descuentan la cuota de salud del sindicato, que la manejan sin rendir cuenta a nadie”, ejemplifica Lacoste.

Por lo pronto sus dos regulaciones estrella están siendo revisadas en el Congreso y con varios detractores: el Decreto Nacional de Urgencia (DNU) 70 - con 330 medidas para la derogación de varias leyes que limitan el funcionamiento de los mercados y la actividad económica en general que van desde la derogación de la ley de alquileres hasta la derogación del Código Civil y Comercial- y la “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos”, que se conoce como la Ley Ómnibus, debido a que busca modificar muchas leyes al mismo tiempo.

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Las críticas a la forma en que está haciendo sus reformas y los resultados que han producido hasta ahora no solo provienen del peronismo o la casta.

Entre las cosas negativas que destacó un análisis de Reuters dado a conocer esta semana, se ha señalado que los precios de los bonos soberanos del país han comenzado a caer después de una fuerte racha desde la victoria de Milei a mediados de noviembre. El índice de riesgo país alcanzó su nivel más alto en siete semanas y un bono "Bopreal" dirigido a importadores no logró encontrar compradores.

Ese mismo texto refería que la brecha entre el tipo de cambio oficial peso-dólar y los tipos paralelos -utilizados por muchos para eludir estrictos controles de capital- se está ampliando nuevamente después de que una importante devaluación en diciembre la redujo significativamente.

Lo positivo hasta el momento, según destacan analistas, es que el Banco Central ha acumulado casi US$ 4.000 millones en reservas –se espera llegar a US$ 24.000 millones para este año- una continua subida del S&P Merval y la revalorización de la petrolera estatal YPF.

De todos modos, un desafío importante es la confirmación por parte de la justicia norteamericana de un fallo en contra de argentina por US$ 16.000 millones debido a errores graves en la estatización de la petrolera en la época de Cristina Kirchner. un punto no menor, ya que este fallo habilitaría a los acreedores a embargar bienes argentinos en cualquier lugar del mundo. 

En tanto que el llamado bono para los importadores, que comenzó con un gran rechazo, revirtió sus críticas en los últimos días. 

“Paradójicamente, el aumento de la brecha entre el dólar oficial a 800 pesos y los dólares financieros (a más de US$ 1000) es una mala noticia para el programa económico, sin embargo, genera más incentivos a los importadores para suscribir este bono. De hecho ya alcanzó US$ 1.000 millones la suscripción”, comentó Ponce. 

¿HIPER INFLACIÓN O ESTANFLACIÓN?

El punto de quiebre del manejo económico de Milei es y será en todo su mandato es controlar la inflación, que hasta antes de que el Indec diese las cifras oficiales el jueves de 25,5% se esperaba casi el 30% en diciembre.

"Si la inflación de diciembre es 25%, es un numerazo: veníamos para 45%” dijo el mismo presidente Milei en una entrevista radial.

Con todo, ya la subida de precios ha llegado al 211,4% para todo 2023 y la consultora Eco Go consideró que la clave de las cifras de IPC del último mes del 2023 estuvo en el aumento del 35,5% en los alimentos.

Una inflación así de alta permite afirmar que dos quintas partes de la población ya se encuentran en la pobreza, porque sus salarios no les permiten pagar lo básico.

¿Esto le hará perder capital político a Milei como lo perdió Macri hace dos administraciones? 

“Macri no tuvo el coraje, no tuvo actitud, no estuvo dispuesto a pagar los costos políticos que había que pagar para ingresar a la economía argentina, este déficit fiscal crónico, esta situación de gastar más de lo que se produce. Entonces él, en lugar de solucionar el problema, lo complicó aún más (…) recibió el dólar a 14 pesos y entregó al país con el dólar a 60”, explica Lacoste.

El analista de la Usach, por el contrario, considera que Milei puede llegar a ser algo parecido a lo que fue Mario Draghi en Italia durante 2021 y 2022.

“Cuando los políticos italianos no se pusieron de acuerdo en cómo salir de la crisis, llegó Draghi que es un tecnócrata, a enderezar las políticas públicas, enderezar el Estado, cumplió su misión, se fue y después volvieron los partidos políticos normales a funcionar”, recuerda.

Para Carlos Ponce, en tanto, el panorama hoy es una especie de colapso de la economía tanto de las empresas como de la economía familiar, donde se aprecia una fuerte caída del ingreso.

Una situación que el presidente llamó estanflación, que es estancamiento más inflación (derivado de inglés stagflation), pero que estaría quedando corta ante la realidad de la calle.

“Como ocurre habitualmente en un plan de ajuste ortodoxo, vamos camino a una fuerte caída del nivel de actividad económica, es decir, hacia una recesión. Así que vamos a estar en los próximos meses en el peor de los mundos”, señala.

De ahí que resuenen las palabras de los directivos del FMI que estuvieron en Argentina desde la semana pasada: "El presidente Javier Milei y su equipo económico actuaron de manera rápida y decisiva para desarrollar e implementar un sólido paquete de políticas con el objetivo de restaurar la estabilidad macroeconómica, demostrando total determinación para llevar el programa actual de vuelta al rumbo correcto", citó el medio Télam.

El documento del Fondo proyectó que "a medida que se implementen las políticas y se reconstruya la credibilidad, debería iniciarse un proceso gradual de desinflación, acompañado de un fortalecimiento adicional en las reservas y una eventual recuperación en la producción, la demanda y los salarios reales”.

Y es que, aunque no hay recetas mágicas, las fórmulas que sí funcionan para controlar la inflación de todos modos son largas y azarosas, como mostró el caso de Chile tras el gobierno de Salvador Allende en los 70, con la dictadura militar de Pinochet.

“La inflación en Chile en 1973 (año del golpe) era del 606%. El gobierno que vino después trató de bajar la inflación, usando la política más dura y ortodoxa de Chicago y recién logró bajarla en el año 1990 al 25% [cuando regresó la democracia]. Milei, que tiene una situación parecida, ¿cuánto tiempo va a necesitar para bajar esta inflación en Argentina? Eso es lo que no sabemos”, reflexiona Pablo Lacoste. 

Por su parte, Carlos Ponce considera que, en un escenario optimista, a partir de marzo podría verse que la tasa de inflación baje todos los meses, y que llegue a fin de año a valores más “normales”. 

En ese sentido, agregó que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el banco central argentino recién el 11 de enero, muestra que el consenso del mercado estima una inflación de 213% anual para 2024 con una tendencia decreciente mes a mes, aunque recién en junio del 2024 la inflación mensual llegaría al 7% u 8% mensual.  

“La recuperación económica…el volver a consumir, a invertir, es más dudoso (…) Este año es un año de sufrimiento y de ajuste para la recuperación. Si pasa todo esto, y Milei todavía es presidente y ha sacado sus leyes y ha conseguido que la tasa de inflación baje y que la recesión se estabilice, uno debería pensar que 2025 podría ser un año razonablemente bueno para la economía. Pero [primero] hay que pasar por este año durísimo” concluye Ponce.

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Autores

Gwendolyn Ledger