El gobierno canjeó alrededor del 77% de su deuda con vencimiento hasta fin de año por nuevos pagarés con vencimiento entre 2025 y 2028, según un comunicado del Ministerio de Economía recogido por Bloomberg.
Argentina canjeó 42,6 billones de pesos (US$ 50.220 millones) en bonos locales por deuda a más largo plazo, en un intento del gobierno del presidente Javier Milei de aliviar su calendario de pagos, convirtiéndose esta en la mayor refinanciación interna en la historia del país.
El gobierno canjeó alrededor del 77% de su deuda con vencimiento hasta fin de año por nuevos pagarés con vencimiento entre 2025 y 2028, según un comunicado del Ministerio de Economía recogido por Bloomberg.
El banco central no ofreció opciones de venta sobre los nuevos bonos en pesos, una medida que desalentó a los bancos privados de participar en la operación.
Aun así, la demanda para el canje de deuda estaba garantizada ya que más del 70% de bonos del Tesoro están en manos del sector público, que incluye al banco central, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y el Banco Nación. Aproximadamente el 17,5% de los tenedores de deuda local del sector privado participaron en la subasta.
El ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó la idea del canje de bonos a principios de enero, cuando la deuda local ascendía a unos 57 billones de pesos (US$ 67.196 millones).
Si bien Argentina depende en gran medida de los canjes de deuda local para administrar sus finanzas, el tamaño récord del intercambio puso a prueba la confianza del mercado local en el programa económico de Milei, apenas tres meses después de que arrancara su presidencia.