Alerta de las expectativas estancadas de inflación y de la situación internacional volátil, ante lo que pide moderación y cautela.
El Banco Central de Brasil volverá a optar "por unanimidad" por la decisión de aplicar recortes de 50 puntos básicos en los tipos de interés en sus próximas reuniones, al seguir considerando que este es el ritmo "adecuado" para mantener una política monetaria suficientemente contractiva y necesaria para el proceso desinflacionario.
Así se desprende de las actas de la última reunión del comité de política monetaria, en la que se decidió recortar los tipos en 50 puntos básicos hasta el 11,25%.
Este ritmo combina, por un lado, un "firme compromiso" con el reanclaje de las expectativas y la dinámica desinflacionaria y, por el otro, un ajuste en el nivel de endurecimiento monetario, dada la dinámica inflacionaria más benigna prevista en las proyecciones de la entidad.
Respecto a la duración de este proceso, el banco ha reconocido la necesidad de mantener una política monetaria aún contractiva durante el horizonte "pertinente" para consolidar la convergencia de la inflación hacia el objetivo y el anclaje de las expectativas.
De esta forma, la extensión del ciclo en el tiempo dependerá de la evolución de la dinámica inflacionaria, especialmente de los componentes más sensibles a la política monetaria y la actividad económica, las expectativas de inflación, particularmente las de más largo plazo, y el propio dato de inflación, entre otros.
"El Comité mantiene su firme compromiso con la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte relevante y refuerza que la extensión del ciclo reflejará el mandato legal del Banco Central", recogen las actas.
ENTORNO EXTERIOR VOLÁTIL
Varios factores tienen en vilo al banco central, como el entorno exterior volátil, marcado por el debate sobre el inicio del proceso de flexibilización de la política monetaria en las principales economías y por señales de caída de la inflación subyacente, que aún se mantiene en niveles elevados en varios países.
Además, el banco ya ha incorporado en sus proyecciones un aumento de precios por el fenómeno de El Niño y monitorea los impactos de la reversión del fenómeno. Por este motivo, entre otros, ha reiterado que es necesaria una política monetaria contractiva y cautelosa para reforzar la dinámica desinflacionaria.
Asimismo, las expectativas de inflación siguen estancadas y son "un factor de preocupación" para el banco. A su juicio, reducir las expectativas requiere una acción "firme" de la autoridad monetaria, así como el fortalecimiento continuo de la credibilidad y reputación tanto de las instituciones como de los marcos fiscal y monetario que componen la política económica brasileña.
Por su parte, entre los riesgos al alza también figuran una mayor persistencia de las presiones inflacionarias globales y una mayor resiliencia de la inflación de servicios que la proyectada. "El Comité evalúa que la situación, particularmente debido al escenario internacional, sigue siendo incierta y requiere cautela en la conducción de la política monetaria", ha sostenido la entidad.