El crecimiento se ha desacelerado drásticamente y el riesgo de estrés financiero en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se está intensificando en medio de tasas de interés mundiales elevadas, según el último informe 'Perspectivas Económicas Mundiales' de la entidad. Se espera que la economía crezca 2,4% en 2024.
Después de crecer 3,1% el año pasado, la economía global se desacelerará sustancialmente en 2023, a 2,1%, en medio de un endurecimiento continuo de la política monetaria para controlar la alta inflación, antes de una tibia recuperación en 2024, que se estima en 2,4%, indica el último informe 'Perspectivas Económicas Mundiales' dado a conocer hoy por la entidad.
Las proyecciones para muchos países se han revisado a la baja durante el horizonte de pronóstico, con mejoras principalmente debido a datos más fuertes de lo esperado a principios de 2023.
La inflación ha sido persistente, pero se prevé que disminuya gradualmente a medida que la demanda se debilite y los precios de las materias primas se moderen, siempre que las expectativas de inflación a largo plazo permanezcan ancladas.
Se proyecta que el crecimiento diverja entre regiones denominadas de mercad emergentes y economías en desarrollo (EMDE, por sus siglas en inglés) este año y el próximo.
En el desglose, se espera que repunte en 2023 en Asia Oriental y el Pacífico (EAP) y Europa y Asia Central (ECA), ya que la reapertura de China estimula una recuperación y mejoran las perspectivas de crecimiento en varias economías grandes.
Por el contrario, se pronostica que el crecimiento se moderará en todas las demás regiones, particularmente en América Latina y el Caribe (LAC) y el Medio Oriente y África del Norte (MNA). Los vientos en contra de la débil demanda externa, las estrictas condiciones financieras globales y la alta inflación arrastrarán la actividad este año, especialmente en ALC, Asia Meridional (SAR) y África Subsahariana (SSA).
De acuerdo con el análisis del Banco Mundial, la economía mundial "permanece en un estado precario en medio de los efectos prolongados de los choques negativos superpuestos de la pandemia, la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa y el fuerte endurecimiento de la política monetaria para contener la alta inflación".
Se proyecta que el crecimiento global se desacelere significativamente en la segunda mitad de este año, y que la debilidad continúe en 2024. Las presiones inflacionarias persisten y se espera que la política monetaria restrictiva pese sustancialmente sobre la actividad.
DISLOCACIONES FINANCIERAS
Es probable que las recientes tensiones en el sector bancario de las economías avanzadas también desalienten la actividad a través de condiciones crediticias más restrictivas. La posibilidad de una turbulencia bancaria más generalizada y una política monetaria más estricta podría resultar en un crecimiento mundial aún más débil.
El aumento de los costos de endeudamiento en las economías avanzadas podría provocar dislocaciones financieras en las economías de mercados emergentes y en desarrollo (EMDE) más vulnerables.
En los países de bajos ingresos, en particular, las posiciones fiscales son cada vez más precarias. Se necesita una acción política integral a nivel mundial y nacional para fomentar la estabilidad macroeconómica y financiera.
Entre muchas EMDE, y especialmente en países de bajos ingresos, reforzar la sostenibilidad fiscal requerirá generar mayores ingresos, hacer que el gasto sea más eficiente y mejorar las prácticas de gestión de la deuda.
También es necesaria una cooperación internacional continua para abordar el cambio climático, apoyar a las poblaciones afectadas por las crisis y el hambre, y brindar alivio de la deuda cuando sea necesario.
En el largo plazo, revertir una caída proyectada en el crecimiento potencial de EMDE requerirá reformas para impulsar el capital físico y humano y el crecimiento de la oferta laboral.
MEXICO CRECERÍA 2,5% ESTE AÑO
El Banco Mundial ahora espera que la economía mexicana crezca 2,5% en 2023, frente al crecimiento de sólo 0,9% proyectado en enero de este año.
En octubre de 2022, el Banco tenía previsto un avance de 1,9% para la economía.
La revisión del dato responde a una mejor perspectiva para la economía de Estados Unidos - de la cual México y otros países de la región dependen directamente- que ahora se espera crezca 1,1% en 2023, mayor al 0,5% proyectado en enero.
Para 2024, el crecimiento de la economía mexicana se revisó a la baja, a 1,9%, desde el 1,5% previsto en enero.
En 2024, la economía estadounidense crecería sólo 0,8%, una caída desde el 1,6% previsto hace unos meses.
"El crecimiento en las economías avanzadas a fines de 2022 y principios de 2023 se desaceleró menos de lo esperado, ya que los mercados laborales ajustados respaldaron un sólido crecimiento de los salarios y evitaron una desaceleración más pronunciada del consumo", señaló el BM.
"El repunte del crecimiento en 2024 es más débil de lo previsto anteriormente, debido a la impacto más diferido de la política monetaria, así como vientos en contra de condiciones crediticias más estrictas. En Estados Unidos, se espera que el crecimiento se debilite significativamente hasta 2023 y principios de 2024. El consumo ha sido resistente, pero se espera que se desacelere sustancialmente. Se espera que la actividad se recupere hacia fines del 2024", indica el reporte.
Las cifras para los tres mercados más grandes de A. Latina pronostican para Brasil un crecimiento de 1,2% para este año; 1,4% en 2024 y 2,4% para 2025. Para México es de 2,5% este año y de 1,9% el próximo, con un solido 2,0% en 2025.
Argentina, en tanto, tendría un crecimiento negativo de -2,0% este 2023, pero con una recuperación relevante en 2024, proyectando 2,3% y luego 2,0% hacia 2025.