El nuevo pronóstico oficial se ha hecho público en la misma semana en la que el Banco de la República ha tomado la decisión de mantener los tipos de interés en el nivel del 13,25% por cuarta ocasión consecutiva.
El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, ha proyectado que la inflación en Colombia se ubicará entre el 9,2% y el 9,5% interanual al cierre del año 2023, por debajo de los dos dígitos sobre los que lleva desde junio de 2022, último mes en el que situó por debajo del 10%.
Este nuevo pronóstico del Gobierno se ha hecho público en la misma semana en la que el Banco de la República (el banco central de Colombia) ha tomado la decisión de mantener las tasas de interés en el nivel del 13,25% por cuarta ocasión consecutiva, por la incertidumbre en el plano económico internacional.
Sobre este asunto, Bonilla ya ha manifestado que, si bien respeta la decisión del banco central, está en desacuerdo con ella, ya que ve necesario bajar la tasa para reactivar la economía del país.
Así, durante su comparecencia de este viernes en la 87° Cumbre Cafetera, el ministro ha asegurado que insistirá en el recorte de la tasa de cara a la reunión de política monetaria del mes de diciembre.
A cifras de septiembre, la inflación se encuentra en Colombia en el 10,99% interanual, sumando así seis meses a la baja, aunque todavía muy por encima de la meta fijada por el banco central.
El gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, señaló el pasado martes que cuando se comience a consolidar la tendencia a la baja de la inflación, se podría empezar a hablar de reducir los tipos de interés de forma continuada, previsiblemente a inicios de 2024.
SE SITUARÁ EN EL 8,4%, SEGÚN EL BANCO CENTRAL
Mientras que el Gobierno de Gustavo Petro ve una inflación de más del 9% en 2023, el Banco de la República ha divulgado también esta semana su último informe de política monetaria, en el que ha revisado al alza sus pronósticos sobre el índice de precios, del 7,9% al 8,4%.
De cara a 2024, el incremento ha sido de cinco décimas, pasando de una inflación prevista del 3,7% en el informe anterior al 4,2% interanual. El índice se ubicaría ligeramente por debajo de la meta del 3% en el primer semestre de 2025.
Estas proyecciones tienen una incertidumbre elevada e involucran riesgos al alza importantes. Uno de ellos es un efecto más fuerte del fenómeno climático de 'El Niño' sobre los precios. Asimismo, los posibles incrementos reales del salario mínimo para 2024 que resulten superiores a los aumentos en los niveles de productividad de la economía podrían generar mayor persistencia a la inflación, y limitar su reducción esperada.
A esto se suman unos precios del petróleo que, de continuar en los altos niveles actuales, podrían producir presiones adicionales sobre el nivel de precios, atendiendo, entre otros, a la deriva del conflicto bélico en Oriente Próximo.