El Departamento Administrativo Nacional de Estadística informó que el indicador revisa el nivel de la calidad de vida de los hogares colombianos. En 2022 disminuyó 3,1 puntos porcentuales frente al resultado de 2021.
En 2022, el Índice de Pobreza Multidimensional fue del 12,9 % (su punto más bajo desde que se mide este indicador). Esto se traduce en una disminución de 3,1 puntos porcentuales frente al resultado de 2021.
El IPM va más allá de los ingresos de una persona u hogar. En otras palabras, tiene en cuenta más variables, aparte del dinero. En suma, revisar el nivel de la calidad de vida de los hogares colombianos. Las mediciones que sólo se centran en ingresos se conocen como pobreza monetaria.
La directora del DANE, Piedad Urdinola, explicó que un hogar se considera pobre cuando manifiesta carencias en por lo menos un tercio de los indicadores medidos. Con esto claro, el departamento puede calcular la intensidad de la pobreza monetaria, registrando que en 2022 esta fue del 74 % (este es el porcentaje de hogares que carece de por lo menos un tercio de estos índices), así como una incidencia ajustada del 5,2 %.
Como su nombre lo indica, el IPM explora otros renglones de la vida de una persona u hogar para entender qué carencias hay en cinco dimensiones específicas: educación, salud, trabajo, bienestar de la niñez y condiciones físicas de la vivienda. De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación, el IPM comprende 15 variables en total, que se reparten en las cinco dimensiones mencionadas.
El índice de Pobreza Multidimensional fue más alta en la región Caribe, con una incidencia del 21,4 %, seguida de la Pacífica (20,7), Oriental (10,7 %), Antioquia (10,7 %), Valle del Cauca (9,7 %) y Bogotá (3,8 %). En todas se registraron caídas (menos Valle del Cauca, que creció 1,1 puntos porcentuales), principalmente por el efecto rebote que se generó por cuenta de la pandemia.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) precisó que, en 2022, 6,6 millones de personas se encuentran en situación de pobreza multidimensional, lo que se traduce en una disminución de 1,47 millones de personas, lo que se traduce como una caída estadísticamente significativa.
La región en donde se registró una mayor caída, en número de personas en esta condición, fue el Caribe, con una reducción de 605.000. A esta región la siguieron la Oriental (-285.000), Antioquia (-229.000), Central (-161.000) y Bogotá (-145.000).
Colombia también registró mejoras en todos los indicadores que tiene en cuenta esta medición, exceptuando el bajo logro educativo, que aumentó 0,1 puntos porcentuales frente a 2021. Es así como los hogares colombianos cerraron 2022 con un porcentaje de inasistencia escolar del 2,3 % (bajó 3,2 %), el 8,4 % no tuvieron aseguramiento en salud (-1,7 %), el 6,9 % encontró barreras en servicios para cuidado de la primera infancia (-1,1 %), el 9,8 no tuvo acceso a una fuente de agua mejorada (-1,1 %) y el 13,3 % experimentó desempleo de larga duración (-0,8 %).
De igual forma, la informalidad continuó siendo un problema latente en el mercado laboral, pues el 72,7 % de los hogares se encontró en esa situación (apenas bajó 0,8 puntos porcentuales frente a 2021). El 9,7 % manifestó inadecuadas formas de eliminación de excretas (-0,7 %), el 7,7 % manifestó analfabetismo (-0,7 %), el 24,3 % reportó rezago escolar (-0,6 %), el 7,4 hacinamiento crítico (-0,5 %), el 5,6 % material inadecuado de pisos (-0,3 %), el 2 % barreras de acceso a servicios de salud (-0,2 %), el 2,3 % material inadecuado de paredes exteriores (0,1 %), e 1,2 % trabajo infantil (0,1 %) y el 40,9 % bajo logro educativo (creció 0,1 puntos porcentuales).
De nuevo, la región Caribe lidera el listado (esta vez en materia de intensidad) con un 42,8 %, seguida del Pacífico (41,2 %), Antioquia (41,2 %), Oriente (40,3 %), Centro (40,2 %), Valle del Cauca (40 %) y Bogotá (39,6 %).
Enfoque diferencial
Los datos más granulares del DANE permiten analizar esta información de cara a los grupos poblacionales que más se ven afectados por la pobreza multidimensional en Colombia. Si se analiza por género, por ejemplo, se encuentra que este indicador es más fuerte en los hogares que tienen una jefatura femenina, pues en 2022 fue del 14,1 %, mientras que para los de jefatura masculina fue del 12 %.
Una vez más, las regiones manifiestan brechas mayores al promedio nacional. La principal se presentó en el Pacífico (sin incluir el Valle), pues allí fue de 4,4 puntos porcentuales, teniendo los hogares con jefatura femenina un índice del 23,4 %, mientras que los de jefatura masculina registraron un 19 %.
En los hogares que reconocen un origen indígena la pobreza multidimensional fue del 39 % (en su promedio nacional). En las principales cabeceras este fue del 22,4 %, mientras que en los centros poblados, rurales y dispersos fue del 45,7 %. Para la población negra, mulata, afrodescendiente o afrocolombiano estos indicadores fueron del 22,4 %, 16,3 % y 34,7 %, respectivamente.
Para el caso de los hogares en donde por lo menos hay un campesino, el índice de pobreza multidimensional fue del 23,5 % para el total nacional, mientras que en las cabecera fue del 16,9 % y en los centros poblados, rurales y dispersos fue del 28,1 %.
En los hogares en donde por lo menos un integrante proviene de Venezuela, el índice de pobreza multidimensional fue del 42,2 % para el total nacional, mientras que en las cabecera fue del 38,9 % y en los centros poblados, rurales y dispersos fue del 67,5 %.