La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, radicó la nueva versión del proyecto de ley con el que se busca realizar cambios de fondo en el mercado laboral colombiano.
La segunda sería la vencida. Con esa convicción la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, radicó en el Congreso la reforma laboral 2.0, una nueva versión del documento que se hundió en la primera legislatura por falta de debate.
Hay que recordar que la primera versión de esta iniciativa (que hace parte del paquete de reformas sociales que ha impulsado el gobierno de Gustavo Petro) no estaba enfocada en la generación de empleo, sino más bien en mejorar y reforzar las condiciones laborales de quienes hoy trabajan desde la formalidad.
Por ese enfoque la iniciativa fue altamente cuestionada desde la oposición, el empresariado colombiano y hasta de centros de investigación y pensamiento, pues se consideró una propuesta desatinada frente a la realidad macroeconómica por la que atraviesa el país.
Parte de los artículos más cuestionados incluyeron el que cambiaba la jornada nocturna de diez de la noche a seis de la tarde (que posteriormente, tras la construcción de su ponencia pasó a las siete de la noche), así como elevar al 100% el recargo en los días dominicales y festivos.
Fue tal el desinterés que generó esa propuesta que la negativa de ciertos representantes a la cámara, de la Comisión Séptima, no le dieron la oportunidad al debate y presentaron diversas excusas para no acudir a las sesiones, lo que derivó en el hundimiento de la iniciativa.
Tras ese fracaso, el gobierno de Petro afirmó que insistiría en la iniciativa para la segunda legislatura (que es la que transcurre ahora). Más adelante desde el Ministerio del Trabajo colombiano se informó que se estaban haciendo reuniones con sindicatos y algunos empresarios para dialogar los cambios que debería tener el documento, y que son los que quedaron plasmados en esta nueva radicación.