La informalidad en el país cafetero continúa por encima del 50%. Estos son los principales desafíos que persisten en el mercado laboral colombiano.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE) informó que, para el mes de noviembre, el desempleo en Colombia fue del 8,2%. Esta cifra es 0,8 puntos porcentuales inferior a la registrada en el mismo mes del año pasado.
Según lo explicado por la directora del Dane, Piedad Urdinola, es usual que en noviembre se experimenten cifras de desempleo bajas, detallando que esta es la tasa de desocupación más baja para un noviembre desde 2018.
La tasa más baja para el mes de referencia se evidenció en 2016, cuando el desempleo estaba en el 7,8%.
La brecha de género fue de 3,8 puntos porcentuales, pues la desocupación en los hombres fue del 6,5% mientras que en las mujeres fue del 10,3%. Una vez más, si se mira en el histórico, esta es una de las brechas de género más bajas que se han experimentado en los últimos años, estando solo por encima de la consolidada en noviembre de 2023 (3,7%) y noviembre de 2017 (3,6 %).
Cifras más granulares muestran que, en Colombia, hay 40,3 millones de personas en edad de trabajar, de las cuales 23,6 millones se encuentran ocupadas y 2,1 millones desempleadas.
Un grupo importante, 14,6 millones, pertenecen al grupo de la población por fuera de la fuerza de trabajo, es decir, personas que pudiendo trabajar prefieren no hacerlo por motivos de estudio, realización de labores del cuidado del hogar no remuneradas, porque reciben alguna renta, por alguna condición de discapacidad o porque se han cansado de buscar trabajo.
Sobre las cifras que presenta el DANE también hay que decir que la población ocupada, en noviembre, creció 420.000, mientras que los desempleados se redujeron en 195.000. Un mes positivo para el mercado laboral. Aún así, llama la atención que la población en edad de trabajar sigue creciendo; en el mes de referencia esta aumentó en 346.000 personas.
También resalta la caída en la población ocupada entre los jóvenes de 15 a 24 años, pues este grupo se contrajo en 155.000 personas; pero también es estadísticamente significativo el crecimiento que se registró en los hombres ocupados de entre los 25 a los 54 años, que crecieron en 199.000.
Las mujeres también evidenciaron variaciones considerables, pues el total de las ocupadas creció en 278.000, especialmente en las del grupo de 25 a 54 años, que sumaron 216.000.
Las ramas económicas que más generaron empleo en noviembre fueron administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana, con 188.000 nuevas plazas laborales, seguida de industrias manufactureras (147.000), alojamiento y servicios de comida (112.000); comercio y reparación de vehículos (103.000); información y comunicaciones (42.000); suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos (40.000); actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicio (38.000); transporte y alojamiento (37.000) y actividades inmobiliarias (19.000).
En contraste, las ramas que registraron mayores caídas en la población ocupada fueron construcción (-146.000); actividades financieras y de seguros (-68.000); actividades profesionales, científicas, técnicas y de servicios administrativos (-49.000) y agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (-41.000).
La ciudad con un mayor índice de desempleo es Quibdó, con un 26,3 %, seguida de Riohacha (14%), Florencia (13,2%), Valledupar (12,6%) y Popayán (11,9%). En contraste, las cinco ciudades con menores índices de desempleo son Medellín (7,4%), Bucaramanga (7,5%), Villavicencio (8,4%), Manizales (8,5%) y Bogotá (8,5%).
La informalidad (ocupados que no alcanzan a devengar un salario mínimo o que no cotizan al sistema de seguridad social - salud, pensiones, ARL...-) fue del 55,2% en noviembre. Si bien este indicador continúa en una constante caída (pues en 2021 era del 58,4%), la cifra sigue siendo considerable.
La informalidad es más alta en los centros poblados y rurales dispersos, pues allí el 83,5% son informales, mientras que en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas es del 41,5%.
Las ciudades del país con mayores niveles de informalidad son Sincelejo (68,6%), Cúcuta (54,7%), Riohacha (62%), Santa Marta (61,14%) y Valledupar (61,1%). En cambio, las que reportan menores índices de informalidad son Manizales (33,9%), Bogotá (35,4%), Pereira (36,6%), Tunja (37,8%) y Medellín (38,8%).
La tasa de desocupación en los jóvenes (población entre los 15 y 28 años) fue del 15,7% en noviembre. La directora Urdinola resaltó que la tasa global de participación (es decir, la proporción de personas que estando en edad de trabajar están buscando trabajo o están trabajando) en este grupo registró una reducción estadísticamente significativa, al pasar de 54,8% a 53,5%.