Según las actuales estimaciones del IPE, la economía peruana crecería 3,0% en 2024
La producción de Perú creció 3,16% en septiembre del 2024 explicado por la evolución positiva de 13 sectores económicos, entre los que destacan Otros servicios; Comercio; Transporte, Almacenamiento y Mensajería; Manufactura; Servicios Prestados a Empresas y Telecomunicaciones, según reportó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Así, entre los meses de enero y septiembre del 2024, la actividad económica del país sumó un crecimiento de 2,98% y en el periodo anualizado (octubre 2023-septiembre 2024) presentó una variación de 2,12%.
De esta manera, la economía peruana acumuló seis meses consecutivos de expansión. En abril la economía creció 5,38%, en mayo 5,15%, en junio 0,21%, en julio 4,47% y en agosto 3,53% de acuerdo con el INEI. Adicionalmente, entre enero y septiembre el Perú se expandió en ocho de los últimos nueve meses.
Por su lado, el Instituto Peruano de Economía (IPE) anotó que con este resultado, el crecimiento en el tercer trimestre fue de 3,7%, ligeramente superior al observado en el segundo trimestre (3,6%). "Esto se explica por la aceleración de los sectores no primarios (4,1%, luego de haber crecido 2,5% en el segundo trimestre), a pesar de la caída de la actividad agropecuaria (-1,9%) y de la pesca (-11,1%)", dijo en un comunicado.
La mayor contribución al crecimiento del tercer trimestre provino de la aceleración de los sectores vinculados al consumo (3,8%), como el comercio y los servicios. El comercio creció 3,2%, su mayor tasa desde el 1T22, mientras que los servicios crecieron 3,9%, el mejor resultado desde el 2T22. El mayor dinamismo del consumo se dio en un contexto de recuperación del empleo formal y de los ingresos reales, sumado a la mayor liquidez de los hogares debido al retiro extraordinario de fondos de la AFP. Además, cabe destacar la recuperación de la manufactura no primaria (5,8%), que creció por segundo trimestre consecutivo (0,7% en el 2T24), luego de seis trimestres de caída, y a su mayor ritmo desde el 2T22. Esta aceleración se debió a la mayor fabricación de bienes de consumo, tales como prendas de vestir y muebles.
"El resultado de los sectores no primarios logró contrarrestar la desaceleración del PIB primario, que creció 2,3% luego de crecer 7,2% en el segundo trimestre. El agro fue perjudicado por condiciones climáticas adversas, mientras que la pesca retrocedió debido a un efecto base, ya que este año no hubo pesca exploratoria en agosto, a diferencia del 2023. No obstante, luego de haber caído en el trimestre anterior, se observó una recuperación del sector minería e hidrocarburos (4,3%), en parte por mejores leyes de mineral y por un efecto base en la producción de gas, ante las paralizaciones de operaciones en el 3T23", comentó el IPE.
Empleo nacional se aceleró en el tercer trimestre
El empleo a nivel nacional creció 0,6% en el tercer trimestre, con lo que se crearon casi 100.000 puestos de trabajo. Esto representa un mayor ritmo de avance frente al trimestre previo (0,2%), pero es todavía insuficiente para recuperar los 157.000 empleos perdidos en 2023. El crecimiento del trimestre responde al aumento de 0,9% del empleo urbano (130.000 puestos creados), mientras que el empleo rural retrocedió 1% (32.000 plazas menos). Así, el empleo creció en 16 de las 26 principales ciudades del país, sobre todo en Lima, que mantiene tasas de crecimiento por encima del 4% en lo que va del año, y en las zonas sur y oriente, por la recuperación tras las caídas experimentadas en el tercer trimestre de 2023.
El sector manufactura (11,7%) fue el que más impulsó el empleo en este periodo, con 163.000 trabajos creados, en línea con el mayor dinamismo de esta actividad. En contraste, continuó el retroceso del empleo agropecuario, reflejado en una reducción de 1,7% en los sectores primarios, una pérdida de 68 mil puestos. Sin embargo, cabe mencionar que dicha caída es menor a la del trimestre previo (-4,6%), lo que da indicios de una recuperación hacia adelante. Por su parte, el principal grupo de la población que permanece afectado son los jóvenes. El empleo juvenil (de 14 a 24 años) cayó 4,4% en el trimestre, lo que equivale a 109.000 puestos perdidos, con lo que acumula diez trimestres consecutivos en retroceso. Ello se explica, en gran parte, por la caída de 3,3% de la población juvenil económicamente activa, es decir 92.000 jóvenes dejaron de participar del mercado laboral frente al año pasado.
En tanto, los indicadores de calidad del empleo han mejorado en el último año, pero de manera incipiente. La tasa de informalidad laboral ascendió a 71,2% en el periodo entre octubre 2023 y septiembre 2024, cifra ligeramente menor a la registrada un año antes (71,9%). El subempleo también se redujo, alcanzando una tasa de 47,6% entre octubre 2023 y septiembre 2024, menor al 48,5% del año previo. Además, los ingresos de los trabajadores crecieron 2,7% en términos reales -es decir ajustados por inflación- en el último año. Sin embargo, según estimaciones del IPE, estos aún se ubican alrededor de 8% por debajo de los niveles prepandemia, con lo que los salarios de los peruanos han perdido casi S/150 (US$ 39) de capacidad adquisitiva. Resolver estos desafíos requiere de un mayor impulso de la inversión privada, principal generador del empleo de calidad y mejores ingresos, y de asegurar políticas que promuevan una mayor competitividad laboral.
Déficit fiscal se mantiene en niveles máximos de tres años
Asimismo, según datos del MEF, la inversión pública continuó desacelerándose en octubre, registrando un crecimiento de 10,2% en términos reales, menor al avance de 13,2% de septiembre. Sin embargo, dicho efecto fue contrarrestado por el mayor gasto en remuneraciones, que creció 14,1% en octubre en términos reales, el doble que lo registrado en el mes previo (7,3%). Producto de ello, el déficit fiscal se elevó a 4,1%, un máximo en tres años. El IPE estima que, al cierre del 2024, el déficit ascendería a 3,7%, incumpliéndose por segundo año consecutivo la regla fiscal (2,8%), en un contexto en el que, a puertas de debatirse el presupuesto público del 2025, no se cuenta con viceministro de hacienda por más de dos meses.
Perspectivas
Los indicadores adelantados de actividad muestran resultados mixtos hacia inicios del cuarto trimestre. Por un lado, según cifras del COES, la demanda de electricidad creció 1,8% en octubre, cifra ligeramente superior al 1,3% registrado en septiembre. Esta aceleración se debe a una mayor demanda de los hogares, con lo que se mantendría el dinamismo de los sectores vinculados al consumo. En contraste, se registró una caída de 5.9% en la demanda de electricidad minera, lo que anticipa una menor actividad del sector.
En tanto, las expectativas empresariales sobre la economía a corto plazo se mantuvieron en octubre en el tramo optimista por quinto mes consecutivo. Ello, sumado al crecimiento de las importaciones de bienes de capital (7,6% en términos reales, según cifras preliminares), continuaría impulsando la recuperación de los sectores vinculados a la inversión privada, tales como la construcción y la manufactura no primaria.
En lo que resta del año, los efectos de los retiros de AFP, que han venido brindando soporte al gasto del sector privado, se irían disipando. No obstante, el entorno de menor inflación, que acumula siete meses dentro del rango meta del BCRP (de 1% a 3%), menores costos de financiamiento y mayor confianza empresarial brindarían soporte al dinamismo de la actividad económica.
Así, según las actuales estimaciones del IPE, la economía peruana crecería 3,0% en 2024. Como cada trimestre, el IPE presentará la actualización de sus proyecciones macroeconómicas a inicios de diciembre.