La encuesta del Pulso de la Migración también detalla que el 82% de los migrantes dice que no tiene los recursos suficientes para comprar productos en los mercados.
Conocer la realidad social, económica y de salud, entre otros factores, que enfrenta la población migrante proveniente de Venezuela es importante, pues de allí se pueden diseñar políticas públicas y medidas que redunden en su beneficio, así como su participación en la economía colombiana.
Hoy viernes el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) publicó los resultados de su encuesta del Pulso de la Migración, la cual contó con el apoyo del Banco Mundial y la Universidad del Rosario.
Actualmente en Colombia el grueso de la población venezolana se encuentra entre los 25 y 34 años, siendo el 30,6% de las mujeres y el 31% de los hombres.
Es muy común que esta población conviva con su familia en Colombia. El 63,9% dice que vive con sus hijos e hijas, mientras que el 60,1% dice que lo hace con su pareja o cónyuge. El 21,7% vive con sus hermanos y hermanas, la misma proporción asegura que está con sus padres, y un 31,5% asegura convivir con otros familiares.
El 12,9% de los consultados asegura que comparte la misma habitación para dormir con cuatro o más personas, mientras que un 32,7% con dos o tres. El grueso, que es el 41%, asegura compartir su habitación con una persona.
La mayoría de los hogares tienen presencia de niños, pues el 68% convive con uno a tres niños, niñas y adolescentes. De estos, casi tres de cada diez núcleos familiares reporta que los menores de edad no se encuentran estudiando. La razón más común es porque no se encuentran en edad escolar (47,5%), seguida por la de no conseguir cupo en una institución educativa (16,8%) y no cuenta con los documentos para inscribirse en una institución educativa (16,7%).
Los resultados del DANE también permiten ver que solo seis de cada diez hogares migrantes en el país consumen tres comidas al día, ya que el 36,2% consume dos, y el 2,8% solo una. El 60,1% de los consultados asegura que en la última semana enfrentó dificultades para comprar alimentos y productos no alimentarios, siendo la primera razón, con el 82,3% de las respuestas, el no tener los recursos suficientes para adquirir estos bienes.
Algo en lo que ha avanzado el país es en la documentación de esta población, pues el 63,7% cuenta con permiso de protección temporal (cifra que aún puede mejorar), y el 11% un permiso especial de permanencia. El 24,3% dice no contar con ningún tipo de permiso para su permanencia en el país. De estos últimos el 30,2% dice que su documento está en trámite, el 24,4% asegura que por negligencia o por no tener tiempo no ha adelantado el proceso y un 23,1% responde que no cumple con los requisitos.
El grueso de los venezolanos en Colombia (81,7%) asegura que en sus planes está el permanecer en el país, el 3,1% quiere volver a su país y el 1,8% planea migrar a otra nación. El 21% dice que tiene a algún amigo o familiar en Venezuela que también planea migrar a Colombia.
El 66% de esta población cuenta con una cobertura del sistema de salud. De estos, una cuarta parte se encuentra en el régimen contributivo. Los que no tienen una afiliación aseguran que no saben cómo recibir la cobertura, otros dicen que no tienen el tiempo para hacer esos trámites.
El 58,4% de los migrantes están trabajando, mientras que un 21% está dedicado a los oficios del hogar. La mayoría de los ocupados es trabajador por cuenta propia (32,3%). El resto ha logrado emplearse por recomendación de familiares, amigos o enviando hojas de vida.
Al preguntar sobre si se considera pobre, el 41,4% de los encuestados respondió que sí, y los obstáculos para encontrar trabajo podría ser una de las principales razones, ya que más del 52% respondió que ha experimentado dificultades para lograr emplearse.