Se trata de la peor cifra desde abril de 2021, cuando alcanzó el 10,25% tras la pandemia del COVID-19.

El déficit general del sector público de Brasil superó el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en los 12 meses transcurridos hasta julio, mostraron el viernes datos del banco central, lo que pone de relieve los retos fiscales a los que se enfrenta la mayor economía de América Latina.

Presionado por una abultada factura de intereses y un creciente gasto público, el déficit total del país en 12 meses alcanzó 1,13 billones de reales (195.480 millones de dólares) en julio, equivalente al 10,02% del PIB.

Se trata de la peor cifra desde abril de 2021, cuando alcanzó el 10,25% tras la pandemia del COVID-19.

El déficit general sólo en julio fue de 101.400 millones de reales, muy por encima del déficit de 78.600 millones de reales esperado en una encuesta de Reuters entre economistas.

El déficit primario, que excluye el pago de intereses, alcanzó los 21.300 millones de reales en el mes, superando también los 5.000 millones previstos en la encuesta.

El resultado fue impulsado por un déficit primario de 11.000 millones de reales de estados y municipios, mientras que el gobierno central registró un resultado negativo de 8.600 millones de reales y las empresas estatales registraron un déficit de 1.700 millones de reales.

Por su parte, la factura de intereses ascendió a 80.100 millones de reales en julio, afectada por el crecimiento del stock de deuda y los costos asociados, en medio de una tasa de interés de referencia actualmente en el 10,50%.

La deuda pública brasileña como porcentaje del PIB, considerada un indicador clave de solvencia, subió al 78,5% en julio, desde el 77,8% del mes anterior, debido principalmente al mayor pago de intereses, según el banco central.

En lo que va de año, la deuda bruta ha aumentado ya 4,1 puntos porcentuales.