Según dos fuentes familiarizadas con el asunto, se espera que Froes sustituya a Bruno Serra como director de Política Monetaria, mientras que Monteiro asumirá el cargo de jefe de Supervisión, en sustitución de Paulo Souza. Ambos están sujetos a la aprobación del Senado tras el nombramiento formal de Lula.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aprobó a Rodolfo Froes y Rodrigo Monteiro para dos puestos clave en el Banco Central, en lo que deberían ser sus primeros nombramientos para una institución que tanto ha criticado.
Según dos fuentes familiarizadas con el asunto, se espera que Froes sustituya a Bruno Serra como director de Política Monetaria, mientras que Monteiro asumirá el cargo de jefe de Supervisión, en sustitución de Paulo Souza. Ambos están sujetos a la aprobación del Senado tras el nombramiento formal de Lula.
La noticia fue divulgada por primera vez el martes por la noche en el sitio web de noticias G1.
Los dos fueron sugeridos a Lula por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, según las fuentes. Los mandatos de Serra y Souza expiraron en febrero, pero siguen en funciones y votarán el miércoles sobre la decisión del banco central de tasas de interés.
Rodolfo Froes se describe a sí mismo en LinkedIn como "inversor ángel" en la startup Qulture.Rocks, con sede en San Francisco. Trabajó en Banco Fator hasta 2021 como miembro del consejo y vicepresidente y ocupó un puesto de gestor de cartera en Bank of America en Sao Paulo a principios de siglo.
Rodrigo Monteiro es funcionario de carrera del Banco Central.
En virtud de una ley de 2021 que otorga autonomía al banco central, el gobernador Roberto Campos Neto permanecerá en el cargo hasta diciembre de 2024. El nuevo presidente izquierdista, Lula, nombrará a todos los miembros del consejo, compuesto por nueve personas y responsable de tomar las decisiones de política monetaria.
La elección de Lula será seguida de cerca, ya que ha criticado duramente la tasa de referencia del banco central, que se ha mantenido en un máximo de seis años del 13,75% desde septiembre, pese al enfriamiento de la inflación y la desaceleración económica.
