La gestión de este ministro se destacó por facilitar la transformación digital del país cafetero, así como defender los derechos relacionados a las telecomunicaciones de los colombianos.
“He presentado mi renuncia como Ministro TIC”, trinó este lunes Mauricio Lizcano, quien ha acompañado al presidente colombiano Gustavo Petro en su visión de Gobierno, en lo que ha sido una decidida apuesta por el desarrollo de las telecomunicaciones en el país.
“Hoy cierro con gratitud y orgullo una etapa que me permitió cumplirle a Colombia. Gracias al presidente Gustavo Petro por la oportunidad de servir, al equipo del ministerio y a la gente por las muestras de afecto”, puntualizó Lizcano.
Se desconocen las razones por las que presentó su renuncia, la cual se da tras el “retiro espiritual” que tuvo el mayor mandatario con su gabinete la semana pasada en Paipa (Boyacá).
Se debe recordar que el objetivo de esta reunión fue aclarar la hoja ruta que se tiene para 2025, por lo que se presume que la salida de Lizcano hace parte de esa recomposición que busca Petro (que para estas alturas de su presidencia no es novedad registrar un cambio de ministros).
“Trabajamos incansablemente para hacer de Colombia una PotencIA Digital, conectando a más de tres millones de personas, formando a más de un millón de colombianos en habilidades digitales y llevando tecnología e innovación a las regiones más apartadas. Recorrimos Colombia, trajimos y desarrollamos la tecnología 5G para el pas, instalamos 2.375 antenas y entregamos más de 100 mil computadores a estudiantes de pequeñas instituciones educativas”, añadió Lizcano.
Según el saliente ministro, este periodo marcó un antes y un después para la inteligencia artificial en el país, en donde se ha invertido esfuerzos para que Colombia sea líder en la materia.
“Ahora dedicaré mi tiempo a lo más valioso que tengo: mi familia”, concluyó.
EL TRABAJO DE LIZCANO
Durante su gestión, el Mauricio Lizcano materializó su interés porque el país avance en su desarrollo tecnológico, así como en el cierre de la brecha de conectividad.
Ejemplo de esto fue la entrega de unos 57.000 microbits, que son herramientas que ayudan en el aprendizaje de programación, de los cuales se beneficiaron estudiantes de colegios oficiales en el país. A esto también se suma la entrega de computadores y programas de aprendizaje de las nuevas tecnologías.
Lizcano también participó en los procesos de salvamento de dos de las grandes empresas de telecomunicaciones en Colombia: Tigo y WOM, cuando estas atravesaron por momentos financieros adversos que amenazaban con ponerlas en la bancarrota.
Con la primera ayudó en los acercamientos entre los inversionistas para que Millicom y EPM inyectaran recursos por $600.000 millones (US$ 137,9 millones), los cuales le permitieron mantenerse a flote.
Con la segunda, facilitó los procesos para que WOM entrara en un proceso de reorganización empresarial, donde como mayor acreedor de la compañía (con cerca del 45% de sus deudas) brindó un tiempo de gracia para que sus obligaciones con el Estado colombiano se comenzaran a pagar desde 2029 lo que, sumado a los recursos que invirtió su nuevo dueño (SUR Holdings) se tradujo en un respiro para que la empresa continúe compitiendo en el país.
También se le abona a Lizcano haber radicado un proyecto de ley con el que se busca convertir a Colombia en un productor y analista de datos (datos no personales y que no van en contravía de la actual ley que los protege). Esto le permitiría a la nación tener más y mejores fuentes de información que aporten en procesos académicos, empresariales y gubernamentales, sobre todo en lo que tiene que ver con una mejora en la toma de decisiones.
LOS DESAFÍOS DE QUIEN CONTINÚE CON EL MINISTERIO
Cerrar la brecha de conectividad continúa siendo uno de los mayores desafíos. El que todos en el país tengan no solo conectividad de telefonía y datos móviles, sino también un servicio de calidad de internet fijo, sigue siendo una misión llena de retos, pero necesaria para el desarrollo de Colombia.
Al nuevo ministro, o ministra, le quedará el reto de seguir aportando en la formación de habilidades relacionadas a las nuevas tecnologías en la población, pues en estos años se ha hecho latente el déficit de profesionales en la materia que hay en el país.
También hemos visto en los últimos años cómo el sector de las telecomunicaciones no solo está enfrentando desafíos financieros (como ya se mencionó en el caso WOM y Tigo), sino que los mismos están estimulando recomposiciones y cambios en el mercado.
Muestra de esto es la eventual integración de Tigo y Movistar, lo que podría implicar una dominancia compartida (con Claro), quedando el 90% del mercado en las manos de dos operadores.
Lo anterior se traduce en desafíos para garantizar un mercado que respete los precios bajos al tiempo en que sigue invirtiendo en mejorar la calidad del servicio, un asunto en donde entidades como la CRC también se destacarán por su protagonismo.