Según el Ministro de Energía y Minas del país, Rómulo Mucho, solo los proyectos de Conga y Tía María podrían generar impacto de 1,5 puntos porcentuales del PIB.
El ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, sostuvo que el Gobierno peruano trabaja para destrabar proyectos mineros y crear un ambiente favorable para la inversión.
En entrevista al Suplemento Económika del Diario El Peruano, detalla sus expectativas sobre su sector.
La minería en el sector es clave para el desarrollo de la economía. ¿Se espera que este año supere los resultados de 2023?
En realidad, ahora no tenemos un superciclo del precio de los metales, como se registró en el período 2002-2013; sin embargo, aún las cotizaciones son relativamente buenas. La minería sacó la cara por la actividad economía el año pasado, porque si no hubiera sido por su aporte, la caída es mucho mayor que 0,55%.
En la actualidad, tenemos en cartera prácticamente los mismos proyectos desde 2020, año terrible de la pandemia del covid-19, excepto el proyecto minero San Gabriel, que ya está en plena construcción.
El reto que tiene mi gestión es reactivar, poner en marcha los proyectos que en esa época también ya estaban listos como Corani, Yanacocha Sulfuros, Integración Coroccohuayco (ampliación de la mina Antapaccay), Las Bambas, entre otros.
También acelerar algunos proyectos que en el transcurso de estos años se avanzó como la minera Zafranal y, fundamentalmente algunos planes que, por conflictos sociales, no se concretaron, por ejemplo, Tía María.
¿Cuántos proyectos se podrían destrabar para generar una mayor producción?
Entre el presente año y 2025, con el incremento de la confianza de los inversionistas podemos acelerar como mencioné a Zafranal, Pampa del Pongo, que tiene un avance significativo. También proyectos mineros como Michiquillay, que progresó significativamente en el área de social; Río Blanco, sobre el cual los inversionistas manifestaron su intención de ponerlo en marcha.
Obviamente hay que realizar mucho trabajo social.
El auge de la electromovilidad en el mundo impulsa la demanda de cobre. ¿Al ser Perú el segundo productor mundial del metal rojo debería impulsar los proyectos mineros en este segmento?
Los proyectos paralizados fueron parte del efecto Castillo. Estos fueron abandonados o se paralizaron. Cada proyecto tiene su etapa de desarrollo y todavía algunos podrán empezar a operar entre tres y cinco años.
Nos agrada, por ejemplo, que pronto se concluirá la construcción de la ampliación de Toro Mocho.
Esta unidad entrará en operación el 1 de junio del presente año, lo cual añadirá también una mayor producción de cobre para Perú.
Además, el proyecto de cobre Reposición Antamina (en Áncash), permitirá extender la vida de la actual de la mina por ocho años más, de 2028 al 2036, generará más empleo y está valorizado en US$ 2.000 millones.
Se tiene en cartera también otros proyectos medianos. Evaluamos de qué manera el Ministerio de Energía y Minas (Minem), como parte de sus funciones, puede ayudar a que los proyectos avancen.
Además, esta tarea no es solo de mi portafolio, sino también es fundamental la participación que tienen los ministerios del Ambiente (Minam), de Cultura (Mincul), así como el de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Durante el primer trimestre de este año se habrían aprobado inversiones mineras cercanas a los US$ 3.000 millones.
Nuestro objetivo es superar los US$ 5.000 millones o recuperar el nivel registrado en 2022, que llegó a US$ 5.400 millones.
Perú tiene aproximadamente un portafolio de 51 proyectos mineros por un monto de inversión que alcanza los US$ 54.556 millones. ¿Cuándo se podrá concretar su ejecución?
Esta cartera se concretaría en los próximos diez años. Por ello, podemos decir que los peruanos tenemos todavía bastantes iniciativas de inversión y que podemos atender las necesidades globales. Por ejemplo, con los metales para la transición energética, especialmente el cobre.
¿En cuánto podría a contribuir la minería al producto bruto interno (PIB) peruano este año?
El año pasado, la actividad minera creció alrededor de 8%, incluso, la producción de cobre batió récord con un 12,7% de expansión.
Los precios no están altos, pero aun así significó llegar cerca de los US$ 43.000 millones en exportaciones. Si los precios hubieran estado altos, el resultado sería superior.
El cobre será muy preponderante en el futuro, porque 75% de toda nuestra cartera corresponde a proyectos de este metal. Las proyecciones internacionales indican que necesitaremos más de este metal rojo exclusivamente para la transición hacia las energías renovables.
Si se reactivan los proyectos previstos, por lo menos puedo decir que la minería aportaría cerca de dos puntos al PIB este año.
Por ejemplo, solo Conga y Tía María podrían generar impacto de 1,5 puntos porcentuales del PIB.
¿Cuál es la política que tiene el Minem para incentivar los capitales hacia la exploración minera?
La Ventanilla Única Digital, que permitirá agilizar trámites para destrabar proyectos mineros, se anunció en la pasada convención minera. Esto ayudará a la exploración. Se observan avances, por lo menos a nivel declarativo, pues encontramos en pleno trabajo a los grupos de distintos ministerios.
Hay la voluntad para acelerar más que todos los trámites, en la que distintas instituciones participan, como el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
¿Cómo aborda su portafolio el tema de la minería informal?
El Minem tiene voluntad para abordar este problema. Trabajamos en distintas regiones del país, para ello, convocando las personas idóneas y que conocen del tema
Inclusive, quisiera convocar a los que ya se han formalizado, aunque son pocos, pero que nos cuenten su historia, su experiencia.
Que nos comenten donde encontraron los cuellos de botella o donde decir para que nosotros podamos abordar ahí en este punto y podamos acelerar la formalización.
Esa es nuestra tarea, porque no podemos seguir con la misma historia de siempre con una minería informal que atrae otras actividades ilícitas como trata de personas, explotación y delincuencia.
Los distintos gobiernos intentaron formalizar la minería, por ejemplo, Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) es una herramienta que quizá se creó con una buena intención, pero no se utilizó adecuadamente para lograr ese propósito, incluso, hay muchas quejas sobre ese esquema.
Este año, Perú es sede del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), luego de haber sido anfitrión en 2008 y 2016. ¿Cuáles son las expectativas respecto a la minería?
Por primera vez, el sector minero de Perú participará en APEC. En esta oportunidad mostraremos al mundo nuestro potencial minero.
Seguramente al Minem, el Instituto de Ingenieros de Minas de Perú (IIMP), la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) unirán esfuerzos para participar mediante diálogos, discusiones de análisis, ya que actualmente los metales son tan importantes.
Estos temas también son abordados también por la Agencia Internacional de Energía (AIE).
¿El país avanzó en el proceso de asimilar el esquema de la energías renovables?
El proceso no se aceleró, pero con el inicio de las operaciones de la central eólica Punta Lomitas, inaugurada el año pasado en la región Ica y demandó US$ 300 millones, ya bordea los 1.000 megawatts instalados. Aunque en el vecino país del sur nos superan largamente, pues tienen cerca de 6.000 megavatios instalados de energía renovable.
Nosotros todavía tenemos un gran camino por recorrer en el ámbito de las energías renovables, de tal manera cambiar la matriz energética.
Por ejemplo, antes la hidroenergía era predominante, luego llegó el gas ayudó a la mayor diversificación.
¿Cuál es el mensaje que usted daría para que continúen llegando las inversiones?
El capital privado está al tanto de las situaciones de los proyecto. Además, valoran las políticas claras del país.
Creo que Perú siempre tuvo una gran oportunidad para la inversión privada, la cual se mantiene. El problema fue que los gobiernos anteriores no entendieron este potencial.
La inversión está relacionada con el PIB. Por ejemplo, en los mejores años en materia económica de Perú la inversión privada representó el 28% del PIB, porque es la que mueve la actividad productiva.
La inversión en minería representa el 20% del total de capitales.
Avanza hacia la recuperación
La minería peruana continúa su camino hacia la recuperación, tal como lo demuestra el récord histórico de empleo directo alcanzado al cierre de 2023, con un total de 225.674 trabajadores, según el Minem. Este logro se atribuye principalmente a la construcción del proyecto Quellaveco en Moquegua, que ha generado un importante número de puestos de trabajo en la región.
El ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho Mamani, resaltó la importancia de destrabar grandes proyectos mineros como Quellaveco, ya que estos atraen inversiones, generan empleo y dinamizan la economía, contribuyendo así al cierre de brechas sociales en el país.
En diciembre de 2023, la minería peruana generó de manera directa un total de 226.432 puestos de trabajo, lo que representa un incremento de 0,9% en comparación con el mismo mes del año anterior. Del total de empleos, el 69,3% fue generado por empresas contratistas (mineras y conexas), mientras que el 30,7% restante provino de las compañías mineras. En ambos casos, se observó un crecimiento interanual del empleo.
Las cifras récord de empleo en la minería confirman la recuperación del sector y auguran un futuro próspero para la economía peruana. El desarrollo de proyectos como Quellaveco y la apuesta por la inversión privada serán claves para mantener este crecimiento y generar bienestar para la población.