El cambio de perspectiva a negativa desde estable refleja la opinión de Moody's de que los riesgos sociales y políticos se han intensificado y amenazan, en los próximos años, con un deterioro de la cohesión institucional, la gobernabilidad, la efectividad de las políticas y la fortaleza económica a través de los sucesivos gobiernos.
Moody's Investors Service ("Moody's") ha cambiado hoy la la perspectiva de las calificaciones de emisor a largo plazo en moneda local y extranjera de Baa1 del Gobierno de Perú a negativa, desde estable.
Al mismo tiempo, Moody's afirmó las calificaciones de emisor de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Baa1, las calificaciones de Baa1 para la deuda sénior no garantizada de largo plazo en moneda local y extranjera del gobierno, la calificación de plataforma sénior no garantizada en moneda extranjera (P)Baa1, y la calificación Baa1 para el programa de notas de depósito/CD en moneda local.
El cambio de perspectiva a negativa desde estable refleja la opinión de Moody's de que los riesgos sociales y políticos se han intensificado y amenazan, en los próximos años, con un deterioro de la cohesión institucional, la gobernabilidad, la efectividad de las políticas y la fortaleza económica a través de los sucesivos gobiernos.
La afirmación de la calificación Baa1 refleja la opinión de Moody's de que la calidad crediticia soberana sigue anclada en la solidez del balance del gobierno y la expectativa de Moody's de que las instituciones y políticas generales de Perú serán efectivas para contener la erosión de la solidez fiscal y económica a pesar de las presiones provenientes del entorno sociopolítico. .
Los techos de moneda local y extranjera de Perú se mantienen sin cambios en Aa3.
Se mantiene la brecha de cuatro escalones entre el techo en moneda local y la calificación soberana, lo que refleja la huella relativamente baja del gobierno en la economía y el sistema fnanciero.
La falta de una brecha entre el techo de moneda extranjera y el techo de moneda local refleja la ausencia de restricciones de balanza de pagos, controles de capital, controles de tipo de cambio y restricciones en moneda extranjera o local.
La perspectiva negativa podría cambiarse a estable si el malestar social se alivia con una solución política y social aparentemente duradera, y no hay indicios de un deterioro material en el marco institucional de Perú, en particular en elementos asociados con la efectividad de la política macroeconómica.
Las condiciones políticas que resulten en un gobierno que esté dispuesto y sea capaz de mantener la continuidad de la política respaldarían las perspectivas económicas y de inversión y el mantenimiento de una gestión fiscal conservadora.
Aunque es poco probable dada la perspectiva negativa, un entorno político más armonioso que fortalezca la cohesión institucional y resulte en la adopción de reformas sostenibles que mejoren el crecimiento podría conducir a una mejora de la calificación soberana de Perú.
Fortalecimiento de los indicadores de gobernabilidad, en particular los relacionados con la institucionalidad política, la corrupción y la informalidad
economía, mejoraría la solvencia soberana.
La continua inestabilidad social que refuerza la polarización política, socava la eficacia de las políticas y genera cambios abruptos en las políticas pesaría sobre la confianza de los inversionistas, lo que socavaría las perspectivas de crecimiento a mediano plazo y complicaría la gestión fiscal, lo que podría conducir a una rebaja. Institucional la incertidumbre derivada de un proceso constitucional iniciado con la intención de instigar una amplia revisión y modifcación del modelo económico y el marco de políticas debilitaría las bases estructurales del perfil crediticio de Perú y también podría conducir a una rebaja.