Según el presidente colombiano, la revalorización que tiene hoy el peso colombiano, es buena para unas cosas, mala para desatar exportaciones productivas y “tiene origen en que nuestra tasa de interés cada vez es mayor en términos reales frente al mundo”.
Hoy viernes el presidente Gustavo Petro se refirió a las tasas de interés a través de su cuenta en X (antes Twitter). El primer mandatario respondió a un trino de la FM en el que Richard Francis, analista de calificaciones soberanas para Colombia de Fitch Rattings, aseguró que Colombia está frenada por las altas tasas de interés.
Según Petro, la revalorización que tiene hoy el peso colombiano, es buena para unas cosas, mala para desatar exportaciones productivas y “tiene origen en que nuestra tasa de interés cada vez es mayor en términos reales frente al mundo”.
En el mundo comenzarán a caer las tasa se interés reales, así las cosas, se aumentará la brecha que hace fluir dólares al país. “Opino que la junta del Banco de la República debe mirar esta nueva realidad y bajar aún más la tasa de interés nacional”, dijo el mandatario.
Vale la pena mencionar que en la última decisión de 2023, la junta directiva del Banco de la República decidió bajar sus tasas de interés por primera vez desde que arrancó su ajuste de política monetaria en septiembre de 2021. Con esta determinación, los tipos de interés del banco central colombiano quedan en 13%.
La decisión fue tomada por 5 votos a favor de esta determinación y 2 que lo hicieron para conservar las tasas en el nivel actual, de 13,25%.
Para tomar la decisión, el Banco tuvo en cuenta que “la inflación continúa en la senda decreciente que ha mantenido en los últimos ocho meses y en noviembre se ubicó en 10,15%. Además, las expectativas de inflación en 2024 para los analistas pasó de 5,2% (noviembre) a 5,7% (diciembre). Y se mantiene la proyección a dos y cinco años en 3,8 y 3%, respectivamente”, explicó Leonardo Villar, gerente del Banco de la República.
Otro factor que consideró el emisor es que la actividad económica se ha desacelerado, según el Índice de Seguimiento a la Economía, del Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Y hay una menor expectativa de crecimiento para este año.
A diferencia de otras decisiones, en esta ocasión no había un consenso total entre los analistas acerca de cuál sería la decisión que tomaría la junta directiva del banco central.
Sin embargo, la baja estuvo en línea con lo que proyectaban los analistas consultados en la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo. Así mismo, el descenso en las tasas también estaba en las proyecciones de centros de análisis como BBVA Research.
Las diferencias de opinión están ancladas a dos factores, principalmente, la inflación y el comportamiento general de la economía. Sin embargo, el Banco de la República sostiene que su decisión “es coherente con el objetivo de llevar la inflación a su meta del 3% y reafirma que las futuras decisiones dependerán de la nueva información disponible”, según Villar.
¿Cuál es el papel de las tasas de interés en la economía?
Para entender cuál es el papel de las tasas de interés en toda la economía, así como su incidencia en las decisiones y posibilidades de compra diarias de la gente, es útil pensar este escenario como una serie de dominós. El primer dominó es la decisión de subir y bajar las tasas y desde ahí se desprende una cadena que acaba en la góndola del supermercado o en la oficina de créditos hipotecarios de un banco.
El banco central de un país es conocido, entre otros términos, como el banco de bancos porque la entidad le presta dinero a los demás actores institucionales del sistema financiero. Y, entre otros factores, es por este papel que sus tasas de interés terminan siendo claves para toda la economía: si el Emisor sube su tasa de interés, los demás bancos verán una presión financiera para prestarle a los ciudadanos y empresas a mayores tasas también.
Una subida de tasas de interés tiene la intención teórica de hacer un poco más escaso el dinero y de encarecer los créditos. Y estos dos elementos tienen, a su vez, la posibilidad de influir en las decisiones de consumo de las personas: si el crédito se encarece, mejor no endeudarse para comprar esa moto, carro, casa.
Estas decisiones, colectivamente hablando, pueden ponerle un freno a la demanda, lo que a su vez puede terminar por bajar los precios de algunos bienes y, por ese camino, empujar hacia abajo la inflación.