El plan que comenzó a finales de 2022 y deberá concluir en 2026 es una de las principales banderas del presidente Gustavo Petro para reducir la pobreza y la desigualdad en el país de 50 millones de habitantes.
Bogotá. Colombia buscará comprar 1,5 millones de hectáreas de tierra para entregar a campesinos pobres o desposeídos como parte de una reforma agraria en la que invertirá unos US$ 4.254 millones para impulsar la producción de alimentos y consolidar la paz, dijo un alto funcionario del Gobierno.
El plan que comenzó a finales de 2022 y deberá concluir en 2026 es una de las principales banderas del presidente Gustavo Petro, el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, para reducir la pobreza y la desigualdad en el país de 50 millones de habitantes.
La iniciativa también es una de las estrategias para consolidar la paz y poner fin al violento conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos y que en sus principios surgió por reclamos de campesinos pobres para que les adjudicarán tierras.
"Nosotros tenemos una meta de lograr un millón quinientas mil hectáreas compradas para beneficiar un número aproximado de 150.000 familias, 10 hectáreas por familia", dijo en una entrevista con Reuters el jueves en la tarde el director de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega.
"Como está presupuestada, con el costo comercial de la tierra, está alrededor de 18 billones de pesos en los cuatro años", explicó el funcionario quien precisó que desde que comenzó el Gobierno, en agosto del 2022, se han entregado cerca de 100.000 hectáreas de tierras compradas, donadas o recuperadas.
Meses después de que asumió la Presidencia, Petro planteó una meta para comprar tres millones de hectáreas de tierras, pero con el paso del tiempo la meta oficial se redujo a la mitad.
Las tierras, que se comprarán a precios comerciales, están en diferentes zonas a lo largo y ancho del país en las que se impulsará la siembra de arroz, maíz y frutales, principalmente, aseguró Vega, quien sostuvo que el Gobierno también llevará otros servicios como carreteras, salud y educación a esas regiones.
Vega dijo que se acelerará el proceso de compra de tierras, que se pagarán con recursos asignados del presupuesto general del país.
El proceso de compra es lento debido a los estudios previos para evitar adquirir tierras que hayan estado involucradas en desplazamiento causados por grupos armados ilegales.
La compra de tierras se complementará con la adjudicación de propiedades confiscadas a narcotraficantes y con la titulación de terrenos a campesinos que los ocupan sin tener la propiedad legal, que en total sumarán unos siete millones de hectáreas al final del Gobierno, reveló Vega.
El funcionario aseguró que el Gobierno ya formalizó 1,3 millones de hectáreas.
"Tierra es sinónimo de paz, de progreso, de desarrollo, de crecimiento económico, de bienestar de la sociedad", concluyó.