La Confederación General del Trabajo, principal sindicato de Argentina, convocó el paro el pasado 11 de abril, en un intento por frenar las iniciativas de privatizar las empresas públicas del Estado.
Argentina vivirá este jueves 9 de mayo una nueva jornada de paro nacional, en la que los trabajadores de todo el país están llamados a mostrar su rechazo a la reforma laboral y la ley ómnibus o "Ley Bases" impulsada por el Gobierno de Javier Milei, que incluye, entre otras medidas, la privatización de varias empresas públicas.
Este será el segundo paro al que se enfrenta el presidente de Argentina, Javier Milei, desde que asumió el cargo el pasado diciembre. La primera jornada de este tipo tuvo lugar el pasado 24 de enero, cuando apenas cumplía un mes al frente del país.
Esta medida de fuerza fue convocada el pasado 11 de abril por la Confederación General del Trabajo (CGT), el principal sindicato de Argentina, y desde entonces se han sumado una gran mayoría de organizaciones sindicales del país de distintos sectores de actividad.
En los últimos días, el secretario general de la CGT, Pablo Moyano, ha sostenido que se espera un respaldo "contundente" a este paro, no solamente por parte de los sindicatos que se han adherido a la convocatoria, sino también por parte de "mucha gente cansada de las provocaciones permanentes del presidente".
"El jueves va a ser un paro total de actividades, y los distintos sectores nos vamos a estar acompañando", explicó Moyano el pasado martes, tras conocerse que habrá paro en el servicio de transporte subterráneo, por tierra, ferrocarril y aéreo.
Los sindicatos del sector de transportes, así como los empleados públicos han sido los que más se han movilizado en las últimas semanas en contra de las medidas de ajuste económico del Gobierno de Argentina. Además, organizaciones sindicales como la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el mayor sindicato de los trabajadores del sector público en Argentina, llevaban tiempo reclamando esta medida de fuerza.
CIERRE DE BANCOS Y SUPERMERCADOS
Está previsto que los bancos y los supermercados estén cerrados durante todo el jueves, tal y como adelantaron la Asociación Bancaria, el sindicato en el que están organizados los trabajadores de las entidades bancarias que operan en Argentina, y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS), que agrupa a los trabajadores de actividades comerciales y servicios.
"Este jueves, los bancarios y bancarias paramos", ha sostenido la Asociación Bancaria, que se ha mostrado en contra del "salvaje ajuste sin precedentes" al que se enfrenta el país.
Los trabajadores de los distintos servicios de transporte público también pararán este jueves, tras conocerse en las últimas horas la adhesión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato que agrupa a los trabajadores de la rama del transporte colectivo en Argentina.
El paro del transporte público se extenderá durante toda la jornada, desde las 00.00 horas del 9 de mayo y hasta la medianoche de ese mismo día. La UTA ha tomado esta decisión "como consecuencia de las medidas del Gobierno Nacional tomadas directamente en contra del Pueblo trabajador".
Este servicio no será el único que no esté operativo durante el próximo jueves, sino que otros trabajadores del sector como los del metro de Buenos Aires también tienen previsto parar, por lo que tampoco se ofrecerá este servicio durante las 24 horas que se extenderá la medida de fuerza.
La actividad aérea también estará sometida al paro, con la cancelación de los vuelos por parte de Aerolíneas Argentinas y con cambios en otras compañías. "Las dos veces que se privatizó la compañía, fracasó", ha sostenido la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que también se ha adherido a la medida de fuerza.
EL RECHAZO DEL GOBIERNO
El Gobierno de Milei ha rechazado rotundamente este paro desde que conoció su convocatoria, intentando negociar con los sindicatos la posibilidad de que tuviera lugar esta medida de fuerza.
A juicio del Ejecutivo, esta jornada "no tiene una justificación aparente" y está liderada por "los fundamentalistas del atraso", en referencia a la CGT.
Cuando se celebró el primer paro el pasado enero, el Gobierno ya se mostró sorprendido por la celeridad de los sindicatos para manifestarse en contra de sus medidas, cuando no hubo convocatorias de este tipo durante los cuatro años que duró el anterior mandato de Alberto Fernández.
Para evitar un seguimiento mayor, el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, ha advertido a aquellos trabajadores públicos que vayan a la huelga, recordándoles que se les descontará el día, salvo a aquellos que tengan imposible acudir a su centro de trabajo.
Según los cálculos del Gobierno, casi 6,6 millones de personas en toda Argentina no van a tener disposición en el servicio de transporte.
"Aunque el Gobierno quiera amedrentar a los trabajadores del Estado, violando la libertad sindical, no lo logrará. La adhesión a la medida de fuerza va a ser total. Mañana en Casa Rosada no vas a tener ni quien te sirva el café, Adorni", ha manifestado el secretario general de la ATE, Rodolfo Aguiar, en su cuenta de 'X' (antes Twitter).