Ectasia corneal, la peligrosa consecuencia de frotarse los ojos
Viernes, Octubre 28, 2016 - 12:25
Pacientes perciben pérdida progresiva de su capacidad visual sin asociarlo a un gesto tan normal y aparentemente inofensivo.
Frotarse los ojos muchas veces parece una conducta normal. Sin embargo, si no se le pone atención puede traer como consecuencia graves problemas en nuestra salud ocular.
Desde el inicio de la primavera y hasta que finalice el verano es frecuente ver a niños y adultos quejándose de molestias en sus ojos: picazón, ardor o sensación de un cuerpo extraño.
Este tipo de incomodidad hace que el paciente parpadee con mayor frecuencia de la habitual, señala el cirujano oftalmológico Álvaro Castaño, director Médico de Redlaser e integrante de la Sociedad Chilena de Oftalmología.
Otra situación a tener en cuenta es que los usuarios de lentes de contacto, al sacárselos al final del día, usualmente se frotan los ojos, casi de manera inconsciente.
El problema, según el especialista, es que el aumento de esta acción “natural” puede provocar problemas de salud, cuando lo haces con demasiada frecuencia.
Ante el aumento del frotamiento de los ojos, hay que estar alerta, dice Castaño.
“Se sabe que el frotamiento crónico de los ojos es un factor causante de deformidades en la córnea, lo cual lleva a que ella se vaya adelgazando y adoptando una forma cónica e irregular, debido a la alteración de su estructura interna, enfermedad conocida como ‘ectasia corneal’”, explica.
Lo que sucede es que el paciente percibe esto como una pérdida progresiva de su capacidad visual, pero sin asociarlo a un gesto tan normal y aparentemente inofensivo como es rascarse los ojos.
El especialista dice que hay que estar atentos a esta situación, en especial cuando se trata de niños, pues a veces este frotamiento constante es confundido por lo mayores con un tic nervioso, sin darse cuenta que es un problema oftalmológico.
Frente a esto se recomienda:
-Estar atentos a frente a este tipo de comportamiento.
-Consultar a un oftalmólogo para evaluación general y tratamiento de la enfermedad de base si la hay (alergia ocular, disminución de la lubricación ocular, alteración de la superficie corneal, etc).
-Control anual o antes en caso de que la conducta se repita.