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Ecuador: Ministerio de salud apunta a la prevención, optimización de recursos y mejorar calidad en atención
Martes, Agosto 1, 2017 - 07:00

La jefa de la cartera sanitaria, Verónica Espinosa, destacó los avances que el sistema de salud pública del país ha alcanzado en la última década y señaló que en esta nueva etapa los desafíos serán mantener la sostenibilidad del sistema para garantizar el mandato constitucional, de acceso universal y gratuito, y mejorar las estrategias que procuren una mejor calidad de la atención al usuario.

La ministra de Salud de Ecuador, Verónica Espinosa, destacó los avances que el sistema de salud pública del país ha alcanzado en la última década y señaló que en esta nueva etapa los desafíos serán mantener la sostenibilidad del sistema para garantizar el mandato constitucional, de acceso universal y gratuito, y mejorar las estrategias que procuren una mejor calidad de la atención al usuario.

La secretaria de Estado recordó que antes de 2007 hace 30 años no se había construido ninguna infraestructura de salud y solo en la última década se invirtieron US$ 16.000 millones, lapso en el que se pasó de contar con 11.000 a 45.000 profesionales, se construyeron 17 hospitales nuevos y otros cuatro en construcción, se repotenciaron otros 28 y se abrieron otros 80 centros y subcentros de salud, mientras que otros 27 están en proceso de ejecución.

En el programa Ecuador no Para transmitido este domingo por la televisión pública, Espinosa indicó que en la última década se pasó de 16 millones de atenciones antes a 43 millones de atenciones en el sistema público, lo que es una muestra de la enorme cantidad de necesidades represadas en cuanto a atención de salud.

Esta inversión ha permitido al país llegar a alcanzar una tasa de 1,8 camas por cada mil habitantes que está muy cerca de la tasa estándar de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece 2 camas por ese número de ciudadanos.

En ese contexto, destacó la política gubernamental para formar la red integral de salud que permite a los pacientes garantizar la prestación de servicios médicos en cualquier casa asistencial sean estos del Ministerio de Salud, como la red de hospitales de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional o Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.

Esta visión, incluso, tuvo un reciente reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que considera al sistema público de salud ecuatoriano como un referente mundial, enfatizó Espinosa.

Todo esto fue factible, aseguró la secretaria de Estado, por la voluntad política de hacer de la salud una prioridad, que se mantendrá en el gobierno del presidente Lenín Moreno, que mantendrá el presupuesto de este sector, aunque sí destacó que se aplicarán estrategias para optimizar el uso de los recursos financieros y la capacidad operativa.

Si bien se trabajará en incrementar el número de camas sobre todo en la zona rural, dijo, también se implementarán estrategias justamente para optimizar el presupuesto destinado para salud que bordea los US$ 3.000 millones.

En ese sentido se trabajará en políticas de prevención con fuertes campañas de promoción de salud. “Hay que pensar en la salud no solo en hospitales, sino en prevención”, señaló la ministra al explicar que se va a trabajar para evitar enfermedades prevenibles como muchos tipos de cáncer, diabetes u obesidad, que están relacionadas con malos hábitos alimenticios, falta de deporte, poco acceso a agua potable y sanidad, entre otros problemas.

Otra estrategia es la atención comunitaria con el lanzamiento de la campaña “Médico del Barrio” que tiene un enfoque de prevención, es decir que el profesional vaya a las casas, visite a la comunidad para que identifique los problemas del entorno y poder entender los problemas sanitarios que se presentan muchas veces relacionados por desconocimiento de sencillas prácticas de limpieza o mala disposición de desperdicios.

Otra estrategia que ya ha dado buenos resultados y que se mantendrá es respecto del etiquetado de alimentos (semáforo), la que permite brindar información a los consumidores sobre el producto que adquiere en términos de sal, azúcar y grasas.

“Por eso insistimos que no solo se trata de curar enfermos sino ir más allá con política pública de prevención que nos permitan tener ciudadanos más sanos”, subrayó la secretaria de Estado.

Espinosa aseguró que luego de contar con infraestructura de primer nivel, otra estrategia que se profundizará en este periodo será la de dar un salto cualitativo hacia la calidad con una atención de primer orden hacia los usuarios.

Para ello se pondrá en marcha la campaña ‘Trato por el buen Trato’ que es de doble vía, es decir instaurar un ambiente de respeto tanto de los servidores de salud como de los usuarios. Para ello se brindarán capacitaciones para que desde el guardia hasta el médico brinden una atención cálida a la ciudadanía.

“Hay que cambiar la cultura organizacional del maltrato desde el guardia hasta el profesional. Hay que cambiar esa dinámica de atención al usuario. El servicio de salud debe entender que está lidiando con una persona en su peor condición y tiene que poder atender esa necesidad”, enfatizó.

Para cumplir con ese desafío, además, ya se ha puesto en marcha, dijo, la estrategia Chalecos Rojos, que son servidores que se acercan a los usuarios en las unidades de salud y lo guían de manera adecuada hacia las atenciones que requiera.

En ese orden, se aplicará otra estrategia que se la ha denominado ‘Pacientes fantamas’ que serán servidores que tendrán como tarea identificará los problemas que se puedan presentar en las casas de salud.

Espinosa aseveró que se trabajará para que esta no sea una campaña coyuntural sino que la cultura de la atención de calidad se convierta en una política de Estado. “Será un compromiso de parte y parte para que el buen trato se mantenga”, afirmó.

Altos costos de medicinas

En otro orden, la ministra de Salud dijo que impulsará un diálogo con todos los sectores a fin de encontrar mecanismos que permitan enfrentar los altos costos de los medicamentos, sobre todo los utilizados en el tratamiento de enfermedades denominadas catastróficas, algunos de los cuales pueden llegar a costar hasta US$ 500 mil.

Recordó que en ese sentido la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha hecho un llamado a los gobiernos de la región a adoptar políticas que busquen la accesibilidad de la población a las medicinas.

La ministra dijo que solo en el último año el precio de las medicinas se incrementó en el orden del 14%, es decir siete veces más que el ritmo de la inflación en el país. El presupuesto asignado para la adquisición de fármacos es de US$ 318 millones. 

Por ello insistió en convocar al legislativo, productores farmacéuticos y otros actores a pensar en acuerdos para garantizar el derecho a la salud. “Son preguntas que debemos platearnos como humanidad, qué política implementar, cómo aminorar los costos, qué hacer en cuanto a medicamentos monopólicos”, puntualizó.

Autores

Andes