“No se sabe de su presencia en ningún otro lugar del planeta, por lo que se constituye en una especie endémica, con la que suman 5 en el sector”, afirmó el investigador Jorge Brito.
Investigadores ecuatorianos descubrieron una nueva especie de rana en el cantón Paquisha de la provincia de Zamora Chinchipe, territorio del conflicto armado contra Perú en 1981, por lo que adquirió ese nombre.
Se trata de la “Pristimantis paquishae”, la quinta especie de rana endémica para la Cordillera del Cóndor, y la primera especie de rana lluvia de la meseta de arenisca de esta Cordillera.
“Es un patronímico de la localidad Paquisha, donde se desarrolló el conflicto bélico Ecuador-Perú en el año 1981. Hacemos honra a los soldados que cayeron en esa batalla defendiendo la noble causa de la Patria”, refirieron los investigadores en la publicación científica que realizaron en la revista brasileña de zoología ‘Papeis Avulsos’, en diciembre de 2014.
Jorge Brito, Diego Batallas y David Velalcázar, integrantes del Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales de la Universidad Católica del Ecuador, hallaron esta especie durante una tarea de levantamiento de información de la fauna existente en las concesiones de la empresa minera canadiense Kinross.
En declaraciones que recoge diario El Telégrafo, Brito afirmó que la “Pristimantis paquishae”, solo se conoce hasta el momento en el sector de Paquisha Alto. “No se sabe de su presencia en ningún otro lugar del planeta, por lo que se constituye en una especie endémica, con la que suman 5 en el sector”, afirmó.
Según los investigadores, esta especie vive casi de una forma restringida al nuevo mundo ya que cuenta con un mecanismo reproductivo muy sofisticado.
Las ranas de lluvia, que albergan 473 especies, son consideradas como uno de los grupos de vertebrados terrestres más diversificados. Ecuador aglutina 169 especies y 89 de ellas son endémicas.
La información publicada en la revista científica ‘Papeis Avulsos’ asegura que el grupo incluye a ranas con desarrollo directo.
“Es decir no requieren de cuerpos de aguas para reproducirse, basta con la humedad del sustrato; este aspecto les ha permitido expandirse para ocupar ambientes como páramos, bosques altoandinos y bosques húmedos tropicales”, señalaron los investigadores.
El suelo donde habita la “Pristimantis paquishae” es pobre en minerales, bien drenado y de coloración blanca. El agua es de coloración similar a la del té, oscura por los taninos (sustancias orgánicas) secretados del material húmico y trasparente debido a los pocos sedimentos que drenan.
El descubrimiento de esta nueva especie en la Cordillera del Cóndor no es un evento aislado. Jorge Brito, anteriormente investigador asociado a la Escuela Politécnica Nacional, fue codescubridor de dos especies nuevas de ranas en este lugar: la rana venenosa y la rana de torrente del Cóndor.
* Fotografía principal zoologia.puce.edu.ec