La educación integral en sexualidad constituye un compromiso con el bie-nestar de los niños, niñas y jóvenes.
Muchos jóvenes, al transitar de la niñez a la vida adulta, reciben información confusa y contradictoria sobre la sexualidad y las relaciones interpersonales y sociales. A la vez, ellos mismos exigen información confiable; es decir, aquella que les entregue herramientas para llevar adelante una vida segura, productiva y plena. La educación integral en sexualidad responde a esta demanda. Permite a las y los jóvenes tomar decisiones informadas sobre sus relaciones interpersonales y su sexualidad; para desenvolverse en un mundo donde la violencia, la desigualdad de género, los embarazos precoces y no planificados, el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) aún presentan riesgos para su salud y bienestar.
Con esta convicción, y reafirmando su compromiso con el fortalecimiento de los vínculos entre educación y bienestar, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha lanzado recientemente una nueva revisión de sus Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad, documento que desde fines de agosto de 2018 está disponible en español para descarga libre en PDF.
Para la Unesco, la Educación Integral en Sexualidad (EIS) es más que una respuesta frente a temas de salud. Es un proceso de enseñanza y aprendizaje acerca de los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. El objetivo de la EIS es preparar en estos temas a niños, niñas y jóvenes a través de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que los empoderarán para vivir de forma saludable, con bienestar y dignidad. La EIS también les ayuda a prepararse para desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas, a reflexionar sobre cómo las decisiones impactan a ellos mismos y a los demás, y también a entender cuáles son sus derechos a lo largo de la vida y cómo pueden protegerlos.
La nueva edición de las orientaciones se basa en la primera edición publicada en 2009. Su contenido está actualizado de acuerdo con la última evidencia científica en la materia e incorpora información sobre experiencias exitosas de educación en sexualidad que ya han sido implementadas alrededor del mundo.
Este documento aborda también los mitos e inquietudes más frecuentes sobre el impacto de la educación en sexualidad, y presenta un conjunto de contenidos mínimos recomendados para avanzar en este tema. Estos contenidos —integrales, científicamente exactos, adecuados para cada edad, y con un importante enfoque de género— se organizan en objetivos de aprendizaje dirigidos a estudiantes de entre 5 y 18 años.
Las orientaciones ofrecen también un análisis de las características de diseño e implementación de programas que han demostrado tener un impacto positivo, resumiendo cuáles son los aspectos clave que cualquier iniciativa de EIS debería tener. A través de la entrega de este contenido a la comunidad, la Unesco reafirma su convicción, basada en evidencia, de que la educación integral en sexualidad es un componente fundamental de la educación de calidad, a la cual tiene derecho cada niño, niña y joven.
Como organización internacional, la Unesco muestra su compromiso con la entrega del mejor apoyo educativo posible a nuestros Estados miembros y, con la promoción del desarrollo sostenible a través de conocimientos, habilidades, actitudes positivas y valores para el buen vivir a lo largo de la vida.