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EE.UU.: buscan sacar provecho de la basura
Domingo, Enero 17, 2010 - 08:58

Un proyecto busca convertir toneladas de desecho en abono, lo que permitirá, reducir las emisiones de metano y sus efectos sobre el cambio climático, y generar bonos de carbono.

Wilmington, Estados Unidos. En un erosionado sitio industrial cerca del puerto de Wilmington, Estados Unidos, un cargador frontal vierte una masa fétida semi podrida de comida y bolsas plásticas en poco más de seis metros dentro de un gran cobertizo azul.

Es el inicio de un proceso que transformará miles de toneladas de alimentos en descomposición, desechos de jardín y productos de papel en un rico abono que será utilizado para enriquecer los cultivos de granjeros y ayudar en el crecimiento de arbustos de propietarios.

El abono también reduce el volumen de desechos que terminan en vertederos, ahorra honorarios por deshacerse de los residuos, reduce las emisiones de metano y sus efectos sobre el cambio climático, genera bonos de carbono para los negocios y devuelve nutrientes a su fuente de origen en la tierra.

El abono orgánico, largamente valorado por jardineros, recién ha comenzado a ser adoptado a escala industrial, como lo hace el Wilmington Organic Recycling Center, que dice ser el mayor centro de este tipo de la Costa Este de Estados Unidos.

El centro de US$20 millones abrió sus puertas en noviembre y apunta a producir 100.000 toneladas de abono anualmente cuando esté plenamente operacional en abril.

El abono será obtenido de 160.000 toneladas de desechos que serán desviados de atestados vertederos.

Instituciones como colegios, tiendas, supermercados y hospitales pagarán una suma menor para que sus desechos sean convertidos en abono de lo que deberían cancelar si fueran destinados a un basural.

El centro, construido en un sitio de solares de aproximadamente 11 hectáreas, cobra a sus clientes US$50 por cada tonelada de desechos destinada a la planta de abono, comentó Scott Woods, jefe ejecutivo del Peninsula Compost Group, el cual administra la instalación.

Tal suma es menor que la tarifa estatal de US$62 por tonelada de desperdicios destinada a los tres vertederos del Estado, comentó Woods.

"Estamos proporcionando las condiciones óptimas para abono de patios traseros", indicó.

Procesamiento de la basura. La basura es clasificada para quitar grandes cantidades de material no degradable y luego es transferida a cerca de una docena de grandes montones en donde los procesos naturales de descomposición, favorecidos por una aeración especial y movimiento periódico lo convierten en abono en ocho semanas.

Dentro de pocos días la temperatura en los montones sube a 71 grados Celsius, eliminando cualquier coliforme fecal, salmonela y semillas de malas hierbas.

Lonas verdes GORE-TEX permiten que cada montón respire, mientras ayudan a generar calor y protegen a los desechos de la lluvia.

La temperatura y el oxígeno contenido por cada montón es controlado por computadores, con datos obtenidos por medio de sondas de acero inoxidable que son insertadas en el material en descomposición.

El aumento del precio de vertederos y la creciente demanda pública por un estilo de vida más ecológico han hecho que el abono sea comercialmente viable, de acuerdo a Nelson Widellm asociado de Peninsula.

"Es necesario estar en un área en en el que los cobros sean suficientemente altos", comentó.

Wawa, una cadena de tiendas que genera cerca de seis toneladas mensuales de basura, mayoritariamente posos de café provenientes de dos tiendas piloto, está ahorrando 300 dólares al mes al reducir sus pagos por basura, dijo Judy Ward, jefa ejecutiva de Advanced Enviro Systems, que ayuda a Wawa y a otros negocios a ser más ecológicos.

El abono a partir de desechos alimenticios ha elevado el reciclaje de Wawa desde un 20 a un 48 por ciento de la totalidad de la basura, precisó Ward.

Además agregó que los beneficios financieros del abono pueden ser reducidos por el aumento del costo de transporte hasta el nuevo centro o por invertir en nuevos contenedores para la comida en proceso de descomposición.

Mientras crece la demanda comercial por sustentabilidad, los beneficios de la producción de abono, apuntalan al nuevo centro, dijo Woods.