Si el 31 de julio Turquía no ha renunciado al sistema S-400, los pilotos turcos que se entrenan en Estados Unidos para operar los caza F-35 serán expulsados, advirtió la subsecretaria de Defensa.
EE.UU.- El Departamento de Defensa de Estados Unidos suspenderá la participación de Turquía en el programa de desarrollo de los cazas F-35 con fecha del 31 de julio, en caso de que Ankara no renuncie a la compra del sistema antimisiles de fabricación rusa S-400, informó este viernes el Pentágono.
"Turquía aún tiene la oportunidad de cambiar de rumbo. Si Turquía rechaza la entrega del sistema S-400, permitiremos a Turquía volver al programa F-35 con normalidad", explicó a un grupo de periodistas la subsecretaria de Adquisiciones de la cartera de Defensa estadounidense, Ellen Lord.
Lord se reunió con la prensa después de que saliera a la luz una carta, con fecha del 6 de junio, enviada por el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, a su homólogo turco, Hulusi Akar, en la que el jefe del Pentágono informaba de la decisión de Washington.
De acuerdo con Shanahan, este plazo permitirá a "muchos" de los pilotos turcos que actualmente realizan el curso de capacitación en suelo estadounidense completar su formación antes de abandonar el país.
La salida de Turquía del programa podría también afectar a la compra de estos cazas estadounidenses por parte de Ankara.
Dos sistemas. El Gobierno de EE.UU. aprobó en diciembre la venta a Turquía de su sistema de misiles Patriot, un trato valorado en 3.500 millones de dólares con el propósito de que Ankara diera marcha atrás en su decisión de adquirir el sistema S-400.
El Ejecutivo turco ha dicho que tiene intención de usar los dos sistemas, el S-400 ruso y el Patriot estadounidense; lo que ha generado un enfado en Washington.
A Washington le preocupa que Turquía use esos cazas F-35 cerca del sistema antimisiles S-400, puesto que podría dar lugar a una transferencia de información, lo que podría poner en peligro los secretos de la OTAN.
Inaugurado a principios de la década del 1990, el F-35 es el programa de armamento más caro de la historia militar estadounidense, con un coste aproximado de US$400.000 millones para el Pentágono, y tiene el objetivo de construir 2.500 cazas en las próximas décadas.