Reuters. Las compañías farmacéuticas se están comprometiendo a limitar los aumentos anuales a menos del 10%, pero la táctica está haciendo poco para calmar a los críticos, incluido el presidente electo Donald Trump, quien el miércoles dijo que las farmacéuticas "están saliéndose con la suya. "

La industria farmacéutica es típicamente renuente a hablar de los precios de los medicamentos en los Estados Unidos, generalmente los más altos del mundo debido a una combinación de la fragmentación del mercado y las políticas de libre mercado. Sin embargo, recientes alzas de precios de alto perfil de Mylan NV (MYL.O), Turing Pharmaceuticals y Valeant Pharmaceuticals International Inc (VRX.TO) han levantado la ira de los consumidores y legisladores.

AbbVie Inc. (ABBV.N) se convirtió el miércoles en la tercera compañía farmacéutica mundial en hacer una promesa pública de limitar los aumentos anuales de precios por debajo del 10%, tras las promesas anteriores de Allergan Plc y Novo Nordisk A / S (NOVOb.CO).

"Creo que la industria está en un buen comienzo en términos de buen comportamiento", indicó el presidente ejecutivo de Allergan, Brent Saunders, a los inversionistas esta semana durante la conferencia anual de salud de J.P. Morgan, la reunión industrial más grande del año.

El aumento de Mylan de seis veces en el precio de Epipen para el tratamiento de la alergiaen menos de una década, puso en la delantera y en el centro del debate a la compañía el año pasado. Los precios de cuatro de los 10 mejores medicamentos del país aumentaron más del 100% desde el 2011, según Reuters.

La directora ejecutiva de Mylan, Heather Bresch, respondiendo a las preguntas de la conferencia, comentó que el aumento de los precios de los medicamentos de marca por debajo del 10% "no es la solución correcta", señalando que elevar los precios en un 9% agrega US$ 33.000 millones a la factura anual de medicamentos recetados

"El modelo de precios tiene que cambiar", dijo. "Si alguien está alejándose de esta conferencia pensando que es un negocio como de costumbre, eso es un error".

Otros ejecutivos dijeron que el futuro en la fijación de precios probablemente dependerá más de la evidencia de que un medicamento en particular es rentable.

"Creo que veremos una tendencia más grande de precios basados en los resultados", señaló Joseph Jiménez, director ejecutivo de Novartis AG (NOVN.S), refiriéndose a estudios que muestran cómo una droga puede mejorar la vida de los pacientes mientras se reducen los costos.

La farmacéutica suiza firmó recientemente acuerdos con dos aseguradoras estadounidenses por su medicamento para tratar la insuficiencia cardíaca, Entresto, en virtud del cual los pagos se calculan sobre la base de cualquier reducción comprobada de pacientes ingresados al hospital y no sobre el número de píldoras consumidas.

Los reguladores europeos ya exigen a las empresas que demuestren la rentabilidad de las nuevas terapias.

"Ya diseñamos estudios para incorporar la economía de la salud a los ex-reguladores estadounidenses", dijo Perry Sternberg, jefe de operaciones comerciales estadounidenses en Shire Plc (SHP.L) a Reuters en una entrevista. "Son los datos los que van a ser cada vez más importantes".

Puede ser difícil medir cómo los pacientes se benefician de medicamentos específicos, ya que los resultados dependen de los pacientes que siguen las órdenes de los médicos, pero los farmacéuticos reconocen que los avances en la tecnología están ofreciendo nuevas formas de resolver algunos de estos problemas.

Derica Rice, directora financiera de Eli Lilly & Co (LLY.N), señaló en una entrevista que la farmacéutica está "tratando de encontrar soluciones creativas".

Los farmacéuticos señalan que los medicamentos recetados representan sólo alrededor del 15% de los costos de atención de la salud de los Estados Unidos y dicen que otros aspectos del sistema de salud deben ser objeto de ahorros.

Pero esos sectores, incluidos los hospitales y los médicos, han estado experimentando una evolución desde hace varios años, lejos de un sistema tradicional de "honorarios por servicio", hacia un enfoque en la calidad, más que en la cantidad, de la atención.

"Tenemos menos herramientas para administrar los costos farmacéuticos", dijo Steven Pearson, presidente del Instituto de Revisión Clínica y Economía, una organización sin fines de lucro que evalúa nuevos medicamentos. Por ahora, "aún pagamos la tarifa por la píldora".