Republicanos han intentado anular la ley de salud en votaciones en el Congreso sin éxito alguno.
La Casa Blanca declaró que está dispuesta a eliminar una cláusula sobre la ley de salud en el proyecto de reforma fiscal que se debate, actualmente en el Senado si es que dicha cláusula impide la aprobación del plan.
Esta cláusula derogaría el requerimiento de que todos los estadounidenses tengan un seguro médico a riesgo de pagar una multa. No obstante, la senadora republicana Susan Collins se ha resistido a la aprobación de ésta ya que “la reforma de salud es un tema distinto que debe ser debatido aparte”.
Por ello, Mick Mulvaney, director de Presupuesto de la Casa Blanca indicó que el gobierno de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, analiza la posibilidad de eliminar este artículo.
Cabe destacar que este artículo anularía uno de los pilares de la reforma del sistema de salud aprobada por el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, el llamado Obamacare.
Trump había exigido agregar esa cláusula a la propuesta para demostrar, en parte, que avanza en su intento de anula la ley de salud impuesta por Obama. Los republicanos han intentado numerosas veces anular la ley en votaciones en el Congreso, pero no han tenido éxito.
“Yo no creo que a alguien le quepa la menor duda de cuál es la posición de la Casa Blanca en cuanto a la derogación del Obamacare. Queremos, totalmente, derogarla”, declaró Mulvaney.
Agregó que si se puede anular parte del Obamacare como parte de la reforma fiscal y tener una “reforma buena, con posibilidades de ser aprobada en el Congreso, eso sería magnífico, pero si se convierte en un obstáculo para lograr la aprobación de la reforma fiscal, aceptaríamos sacar esa cláusula”.
No obstante, precisó que es demasiado pronto para decir si la eliminación de esa cláusula aumentaría las posibilidades de aprobación de la ley.
Por su parte, el director legislativo Marc Short indicó que la Casa Blanca está muy complacida con la reforma fiscal sin la cláusula sobre seguro médico, pero aclaró que el gobierno considera el requerimiento de tener seguro médico como un impuesto, por lo cual están complacidos de que el Senado incluyó el pedido de derogarla en su versión.
De acuerdo con la cláusula que se busca quitar, ésta eliminaría el requerimiento del programa de salud Obamacare, en el cual se grava a todos aquellos estadounidenses que no cuentan con un seguro médico. De eliminarse, significaría US$ 338.000 millones menos en ingresos en los próximos 10 años.
Beneficio para los más ricos
Si bien la propuesta de reforma fiscal por parte de los republicanos avanzó en la Cámara Baja, los demócratas no se encuentran tan contentos con ello ya que consideran que otorga excesivos beneficios a las corporaciones y a los ricos a expensas de los más pobres.
De acuerdo con lo presentado por los republicanos, se busca recortar el impuesto corporativo de 35 a 20% para fomentar la competitividad de las empresas. Además, plantea una tasa especial de 12%, aplicable por una sola vez, para que se repatrien las utilidades de las empresas estadounidenses que se encuentran en el extranjero.
Asimismo, la propuesta busca reducir los actuales tramos impositivos para las personas de siete a cuatro: de 12, 25, 36 y 39,5%; se eliminan las deducciones de impuestos locales y estatales, así como la de los impuestos a las ventas; limita las deducciones del impuesto a la propiedad y propone la creación de una nueva tasa de impuesto de 25% para las empresas “de paso”.
A pesar de que el gobierno de Trump ha dicho que la reforma fiscal activará la economía estadounidense y beneficiará a su gente, de acuerdo con The Tax Policy Center esto será un efecto temporal.
De acuerdo con su análisis, en el 2018 poco más de 7% de los contribuyentes experimentarán un aumento en el pago de sus impuestos en relación con la ley actual, mientras que dicha proporción aumentaría a poco más de 24% en el 2027.
“El impacto de la propuesta en los contribuyentes individuales difiere según sus fuentes de ingresos, estado demográfico y familiar, así como otras características que afectan la elegibilidad para ciertos beneficios fiscales”, precisó The Tax Policy Center.
Ante informes similares que indican que esta reforma tributaria puede terminar elevando los impuestos a la clase media en unos pocos años, Mulvaney indicó que no son “extremadamente” preocupantes para la Casa Blanca.
De acuerdo con Mulvaney, si Trump sintiera que cada familia no recibirá un recorte de impuestos, “simple y sencillamente no firmará la factura”. Además, augura que la reforma impulsará el crecimiento económico y se podrá reducir el déficit fiscal.
“La Casa Blanca no va a firmar un proyecto de ley que aumente los impuestos para la clase media”, expuso.