Los buenos años en los que las compañías podían subir precios en Estados Unidos acabaron en 2014. Hoy los beneficios por esta enfermedad se hunden.
Reuters. No hay un remedio fácil para el problema de las grandes farmacéuticas con la diabetes. Los beneficios de Sanofi y Novo Nordisk procedentes de fármacos que tratan la enfermedad se hunden y hay pocas soluciones financieras. Novo está reduciendo costes e inversiones, mientras que Sanofi recompra acciones y busca adquisiciones. Al menos las acciones de la última están baratas.
Los problemas de precios de las farmacéuticas son crónicos. Los buenos años en los que podían subir precios en Estados Unidos acabaron en 2014, debido a que los gestores que compran fármacos para los pacientes llevaron a una reducción de precios superior al 10% anual. El mercado se sigue deteriorando: el grupo danés Novo Nordisk ha reducido su previsión de beneficio operativo a la mitad, hasta el 5%. Sanofi se mantiene cerca de un descenso anual de entre el 4% y el 8% en ventas ligadas a diabetes.
La situación empeora con la llegada de tratamientos genéricos de insulina como Basaglar, de Eli Lilly, y un producto similar de Merck. Una victoria de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría llevar a unas medidas drásticas sobre los costes sanitarios y los precios de los fármacos están en primera línea. La diabetes supone uno de cada cinco dólares de gasto sanitario, y los precios de la insulina se han quintuplicado desde 2001.
Mientras que Novo Nordisk reduce costes, cierra algunos proyectos de investigación y busca nuevos fármacos, el consejero delegado de Sanofi, Olivier Brandicourt, anunció una recompra de US$ 3.887 millones y planea ganar músculo en oncología y salir de los genéricos. Brandicourt ha tenido cierto éxito intercambiando activos con Boehringer Ingelheim para impulsar su cuota en el estable mercado de bienes de consumo. Pero hacer tratos no siempre funciona. En agosto Sanofi fue sobrepasado por Pfizer y por Medivation, fabricante de un fármaco contra el cáncer.
Al menos las acciones de Sanofi son ya baratas. Citigroup asume que la diabetes supone alrededor del 30% de los beneficios del grupo, que se espera que sean de US$ 7.553 millones el próximo año. Si asumiera una caída repentina del 40% en el negocio de la diabetes, el resto de sus negocios seguirían aún con una ratio PER (el número de veces que el beneficio por acción está contenido en la cotización) de justo por debajo de 16, en línea con GlaxoSmithKline, y Novo. Dados a los nervios con la diabetes, los inversores probablemente seguirán nerviosos.