Científicos y funcionarios del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos obtuvieron financiación de la industria del alcohol para emitir investigaciones que lo incluyeran como "parte de una dieta saludable".
“Iba a ser un estudio que cambiaría la dieta americana, un ensayo clínico que podría ofrecer la evidencia médica necesaria para recomendar una bebida alcohólica diaria como parte de un estilo de vida saludable”, dijeron dos científicos y un alto funcionario federal de salud a su público, en el lujoso Breakers Hotel en Palm Beach, Florida. Querían financiación para un estudio de US$100 millones. ¿Su público? Ejecutivos de compañías licoreras.
Así es como el New York Times eligió hacer una grave denuncia, publicada esta mañana, sobre la manipulación por parte de la industria del alcohol en un estudio clínico de 10 años sobre la dieta de los estadounidenses, que fue financiado por Heineken, Anheuser Busch InBev y otras compañías que donaron al Instituto Nacional de Salud (National Institute pf Health INH) a través de una fundación privada.
Según explica el diario estadounidense, el INH es una agencia federal, considerado uno de los centros de investigación médica más importantes del mundo, invirtiendo más de US$ 30.000 millones de dinero de los contribuyentes en investigación biomédica cada año.
Los investigadores y el agente federal involucrados en el tema han dicho repetidamente que nunca discutieron el estudio con la industria de alcohol, pero los correos que encontró el NYTimes prueban lo contrario.
Los dos investigadores principales son el Dr. Kenneth J. Mukamal, profesor asociado de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard que ha publicado más de 100 papers sobre la relación entre alcohol y problemas cardiovasculares, y el Dr. John Krystal, neurocientífico de la Universidad de Yale. "Un ensayo clínico definitivo representa una oportunidad única para demostrar que el consumo moderado de alcohol es seguro y reduce el riesgo de enfermedades comunes", dijeron en el show The Breakers. "Ese nivel de evidencia es necesario si se recomienda el consumo de alcohol como parte de una dieta saludable. “Tenemos buenas razones para sospechar eso", dijeron en otra diapositiva, cuando hablaban sobre la gran cantidad de estudios que sugieren que el alcohol moderado puede estar relacionado con la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular.
Los investigadores y el agente federal involucrados en el tema han dicho repetidamente que nunca discutieron el estudio con la industria de alcohol, pero los correos que encontró el NYTimes prueban lo contrario.
Detrás de estas dudas razonables hubo peticiones de dinero en 2013 y 2014, incluyendo un “almuerzo de trabajo” en el Beer Institute Convention Center (Philadelphia) y dos reuniones en los edificios de Distilled Spirits Council, a un grupo de exportadores de licor.
Las peticiones de dinero, según contó el NYTimes, puede haber violado las leyes (federales) de la INH, que prohíbe a sus empleados solicitar o sugerir donaciones. Además, le dieron a la industria demasiados detalles sobre el estudio, incluyendo la lista de los centros de salud e investigadores que apoyaban el estudio, el tamaño del estudio, el número de participantes. El estudio tuvo 7.800 participantes en 16 ciudades distintas del mundo.
Uno de los doctores asistentes al programa The Breakers calificó al estudio como “marketing, no investigación en salud pública”.
Sin embargo, la investigación no es “sacada de la manga”, sino que hay un enigma médico persistente, como lo explica el diario estadounidense. El ensayo costaría US$ 100 millones y, aunque el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud (como oímos decir todo el tiempo), y el problema con el consumo de alcohol está en aumento en los Estados Unidos, muchos estudios observacionales han encontrado que los bebedores moderados sobreviven a los abstemios y tienen menos enfermedades del corazón.
Eso no prueba que beber alcohol moderadamente es la razón por la que la gente vive más, pero el nuevo estudio sí. A los sujetos de estudio se les pidió tomar alcohol una vez al día. Los científicos los rastrearían por 6 años para ver qué tan frecuentes eran los ataques al corazón entre los bebedores diarios, sus probabilidades de diabetes y los derrames cerebrales.
La investigación intentó rastrear los riesgos de beber, pero el estudio será demasiado corto para detectar un aumento en los cánceres relacionados con el consumo de alcohol, que puede tardar décadas en desarrollarse. Y por otro lado, si se baja el umbral de consumo de lo que se entiende como “moderado”, es decir, su ya no es 1 sino 2 copas de vino lo “recomendable”, podría comprometer la salud de personas con antecedentes de adicción, antecedentes de familiares de cáncer, problemas psiquiátricos, etc.
Estas personas, precisamente, fueron eliminadas del estudio, de modo que los resultados sobre los daños del alcohol en las personas serían menores. Varios investigadores criticaron este diseño metodológico, en entrevista con el NYTImes.
Sin embargo, la contribución monetaria de la industria del alcohol fue cubierta Anheuser-Busch InBev, Heineken, Diageo, Pernod Ricard y Carlsberg, 5 de las empresas de alcohol más grandes del mundo. En esa medida, las dudas son cuando mínimo, razonables.