El gobernador de Kentucky y la última clínica de aborto del estado se enfrentarán el miércoles en un tribunal federal en un caso que podría convertirlo en el primer estado de los Estados Unidos sin un proveedor de aborto.

En un juicio de tres días, el estado discutirá ante un juez de distrito de los Estados Unidos en Louisville que el Centro Quirúrgico para Mujeres de EMW no tiene convenios estatales requeridos con un hospital y un servicio de ambulancia en caso de emergencias médicas.

La clínica, que a principios de este año presentó una demanda para impedir que el estado revocara su licencia, quiere revocar las regulaciones que dice son innecesarias y crear una barrera inconstitucional al aborto.

"En 37 años ofreciendo aborto, he visto más de una docena de clínicas cerrarse en nuestro estado y ahora la nuestra es la última clínica en todo el estado", dijo Ernest Marshall, un médico y fundador de la clínica EMW, en un comunicado.

"El derecho a acceder al aborto legal en el estado de Kentucky está en juego", añadió.

El caso podría poner a prueba interpretaciones judiciales del fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos el año pasado que derogó partes de una ley de Texas que exigía que las clínicas cumplieran con los estándares hospitalarios y que los médicos clínicos tuvieran privilegios en hospitales cercanos.

A pesar de ese fallo, legislaturas conservadoras y gobernadores republicanos como Matt Bevin, de Kentucky, han seguido ajustando nuevas regulaciones sobre las clínicas de aborto.

Las legislaturas estatales de Estados Unidos promulgaron 41 nuevas restricciones de aborto en la primera mitad de 2017, según el Guttmacher Institute, un grupo de expertos sobre salud reproductiva que apoya los derechos al aborto.

Los grupos de derechos de aborto dicen que se  ha reducido el acceso al aborto, particularmente en las zonas rurales del Sur y Medio Oeste. Kentucky está entre los siete estados de los Estados Unidos con sólo una clínica.

Bevin, cuya administración llevó a cabo una batalla de licencias en 2016 que llevó al cierre de una clínica de Lexington, argumentó que los acuerdos de transferencia en cuestión estaban destinados a proteger a las mujeres.

"Es revelador que la industria del aborto cree que sólo debería estar exenta de estas importantes medidas de seguridad", dijo la portavoz de Bevin, Amanda Stamper.

EMW, que es el sitio de protestas casi diarias, sostiene que los hospitales ya están legalmente obligados a aceptar a cualquier paciente en una emergencia y los servicios de emergencia locales transportarán a los pacientes sin tales acuerdos.

Planned Parenthood de Indiana y Kentucky se unieron a la demanda porque dijeron que los mismos acuerdos de transferencia se usaron para bloquear una licencia para una instalación en Louisville. La Unión Americana de Libertades Civiles está proporcionando ayuda legal a la clínica.