El actual presidente de la Fed requiere el apoyo de 60 de los 100 miembros de la cámara alta. Se estima que, a pesar de las objeciones, obtendría el respaldo para un nuevo período.
Washington. El senado estadounidense aprobaría a regañadientes la nominación de Ben Bernanke para un segundo período al mando de la Reserva Federal esta semana, luego de que la Casa Blanca interviniera en el debate para defender su manejo de la crisis y juntar los votos necesarios.
Según un sondeo de la agencia Reuters, hay 29 senadores comprometidos con la nominación o se inclinan en ese sentido, mientras que 17 se oponen definitivamente o se acercan a esa tendencia.
Los líderes de la Cámara alta necesitan asegurar una mayoría especial de 60 votos entre los 100 miembros del Senado para contrarrestar los intentos de algunos legisladores por bloquear la nominación.
Los votos necesarios parecían estar asegurados hasta la semana pasada, cuando un puñado de legisladores dijo que no apoyaría la nominación de Bernanke debido a los reparos sobre su manejo de los rescates a las firmas financieras de Wall Street.
La incertidumbre llevó a la baja a los mercados bursátiles el viernes, aunque las acciones recuperaron algo de terreno el lunes, porque se pensaba que la aprobación de Bernanke parecía más segura.
Intervención de Obama. En un intento por asegurar la nominación, el presidente Barack Obama contactó el sábado al líder de los demócratas en el Senado, mientras que la Casa Blanca envió el domingo a sus asesores a manifestar su apoyo público a la nominación.
El primer período de cuatro años de Bernanke al mando del banco central vence el domingo y, en caso de que no sea confirmado a tiempo, el vicepresidente de la Fed, Donald Kohn, lo reemplazaría de manera interina.
Aunque algunos esperan que la votación se produzca tan pronto como el miércoles, el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, espera contar con los votos para la confirmación a fines de la semana, dijo un portavoz.
El senador Max Baucus, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, dijo que apoyaba a Bernanke debido a que sus decisiones "evitaron que cayéramos en un desastre económico".
Se prevé que en el momento en que el Senado discuta la nominación de Bernanke, éste enfrente duras críticas de parte de los legisladores que pretenden demostrar su empatía con la molestia de los ciudadanos respecto a lo que muchos ven como una política económica que entrega miles de millones de dólares a los bancos, ignorando la difícil situación del pueblo.
La mayoría de los miembros del Congreso buscarán su reelección en los comicios de noviembre.
La molestia de los contribuyentes quedó demostrada la semana pasada, cuando los demócratas sufrieron una vergonzosa derrota en una elección especial para el Senado que dejó al partido con un voto menos de los 60 necesarios para la "supermayoría", que permite evitar los intentos de veto de la oposición.
Obama ha respondido adoptando un tono más duro frente a Wall Street y extendiendo sus declaraciones respecto a la creación de empleos y la ayuda a las familias de clase media.
El economista ganador del premio Nobel Paul Krugman -a quien Bernanke contrató para el Departamento de Economía de la Universidad de Princeton antes de trabajar en la Fed- dijo que Bernanke se merecía las críticas por ser demasiado complaciente antes de la crisis financiera y por no hacer lo suficiente para combatir el elevado nivel de desempleo.
"Mi sensación es que el señor Bernanke, como muchas personas que trabajan de cerca con el sector financiero, ha terminado viendo el mundo a través de los ojos de los banqueros", señaló en un artículo en el periódico New York Times.
Mano dura. Bernanke, quien fue designado para dirigir la Fed por el ex presidente George W. Bush en reemplazo de Alan Greenspan en 2006, ha recibido elogios generalizados por su respuesta a la crisis financiera, que comenzó con un derrumbe en los préstamos hipotecarios en Estados Unidos, pero se expandió rápidamente para derivar en una crisis global del crédito.
El funcionario improvisó sobre la marcha programas especiales de préstamos que muchos economistas consideraron fundamentales para haber evitado que la recesión se convirtiera en una depresión.
El asesor de la Casa Blanca, David Axelrod, dijo el domingo que Bernanke había tenido "una mano muy firme durante esta crisis" y había ayudado a estabilizar la economía.
Pero Bernanke también ha sido acusado de no haber logrado identificar las señales de advertencia sobre una peligrosa burbuja en el mercado inmobiliario y por subestimar su poder para lograr un impacto en la economía.
El senador Bernie Sanders, un independiente que generalmente vota en línea con los demócratas, ha sido uno de los mayores detractores de la nominación de Bernanke y ha señalado que sus fracasos antes y después de la crisis deberían ser suficientes para descalificarlo.