El alza sería debido a la llegada al mercado de medicinas especializadas extremadamente costosas, según estimaciones de la Coface.
Ricardo Jiménez, El Economista. Los medicamentos en Estados Unidos aumentarían de precio en alrededor de 9,3% hacia finales de este año, debido a la llegada al mercado de medicinas especializadas extremadamente costosas, según estimaciones de la Coface.
En un estudio, la Coface mencionó que los incrementos en los fármacos serán favorables paras las empresas ligadas al sector farmacéutico, por lo que la firma actualizó la evaluación de este ramo estadounidense a “bajo riesgo”.
Sin embargo, a largo plazo, la Coface consideró la hipótesis de la reforma del sistema de salud de EE.UU., la potencial caída de los precios, lo cual tendrá consecuencias positivas para los pacientes, pero reducirían las utilidades de fabricantes.
Mencionó que un ejemplo claro es que, si se aplicaran en Estados Unidos los precios franceses (que se encuentran en el rango inferior de los precios aplicados en Europa), los ingresos del Harvoni (tratamiento indicado para la hepatitis C) se reducirían en 45%.
La Coface explicó que considerando que los costos de comercialización de una molécula es de entre US$ 1 millón y US$ 1,5 millones, una reducción de los precios podría resultar en recortes en la inversión de investigación y desarrollo (I+D).
El impacto sería mayor si la empresa tuviera presencia en Europa (donde los precios se fijan a través de los sistemas de salud pública), lo que reduciría los incentivos para invertir, explicó la Coface.
Se justifican
Comentó que las empresas farmacéuticas estadounidenses justifican los altos costos por sus elevados gastos de investigación y desarrollo, y por la relativa corta duración de las patentes a nivel mundial.
“A pesar del shock que sufrió Estados Unidos en el 2008-2009, los precios de los medicamentos han subido”, precisó la Coface.
Comentó que, actualmente, Estados Unidos es líder entre los países avanzados en términos de recursos invertidos en salud (17,1% del PIB del 2014). A pesar de ello, los resultados están muy por debajo de los estándares occidentales.