"Los inmigrantes que ingresan a este país no deberían ser una carga para nuestro sistema de salud y, en consecuencia, para los contribuyentes estadounidenses", afirmó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el pasado viernes una proclamación que suspende la entrada de inmigrantes que no tengan seguro médico para los 30 días posteriores a su ingreso al país o que no tengan los medios para pagar sus costos de atención médica.
"Si bien nuestro sistema de atención médica enfrenta los desafíos causados por la atención médica no pagada, el Gobierno de Estados Unidos está agravando el problema al admitir a miles de extranjeros que no han demostrado capacidad alguna para costear sus gastos médicos", afirmó Trump en la proclamación.
La proclamación, emitida por la Casa Blanca, no afectará la elegibilidad de los solicitantes de asilo y los refugiados. La medida entrará en vigencia el 3 de noviembre.
"Los inmigrantes que ingresan a este país no deberían ser una carga para nuestro sistema de salud y, en consecuencia, para los contribuyentes estadounidenses", concluyó.
Migración legal, también en la mira
Además de las variadas estrategias para reducir la inmigración irregular en la frontera con México, el Gobierno de Trump también está poniendo el foco en reducir la migración legal.
El pasado 12 de agosto, el Gobierno presentó un reglamento que permitirá rechazar permisos de residencia permanente en Estados Unidos a los inmigrantes legales que las autoridades consideren que se han convertido en una "carga pública" para el país.
Bajo esta nueva normativa, un inmigrante legal será definido como "carga pública" si recibe "uno o más beneficios públicos designados" durante más de 12 meses en un período de 36 meses.
Estos beneficios públicos incluyen asistencia alimentaria, ayuda a la vivienda o programas que subsidian el elevado costo de los medicamentos.