Naciones Unidas solicitó que 3.500 efectivos se sumen a la actual misión de paz, que cuenta con 9.000 miembros. En tanto, cientos de saqueadores rondaban las demolidas tiendas de Puerto Príncipe.
Puerto Príncipe. Militares de Estados Unidos custodiaban la entrega de ayuda en Haití y Naciones Unidas buscaba más efectivos para mejorar la seguridad, mientras los saqueos aumentaban y decenas de miles de personas aguardaban desesperados atención médica y comida.
Cientos de saqueadores rondaban las demolidas tiendas en el centro de Puerto Príncipe, aunque se veían algunas señales de normalidad con la aparición de vendedores callejeros ofreciendo frutas y vegetales.
"No tenemos la capacidad para componer ésta situación. Haití necesita ayuda (...) los estadounidenses son bienvenidos aquí. ¿Pero dónde están? Los necesitamos aquí, en las calles con nosotros", dijo el policía Derain Robenson, mientras perseguía saqueadores.
Las multitudes se amontonaban para pedir alimentos, agua y empleo fuera de las instalaciones utilizadas por la ONU, por el Ejército estadounidense y por las agencias de ayuda.
Cuerpos de paz de Jordania golpearon a los haitianos y dispararon al aire frente a una multitud que clamaba por ayuda fuera del aeropuerto de Puerto Príncipe, dijeron testigos.
"El 90% de la gente aún está durmiendo en las calles. No tienen hogar, están consternados", dijo el embajador de Estados Unidos en Haití, Kenneth Merten, en el programa "News Hour" de la cadena PBS.
Pero dada la devastación que muestra la zona, Merten señaló que la distribución de ayuda era "razonablemente buena".
Unos 2.200 marines con equipo pesado para despejar escombros, ayuda médica y helicópteros llegaron este lunes, y la Casa Blanca dijo que más de 11.000 efectivos militares estadounidenses estaban desplegados en el terreno, en barcos o en camino.
Los militares estadounidenses arrojaban desde el aire paquetes con alimentos y agua, y esperaban que las entregas serían más fáciles una vez que se reabriera el puerto.
El jefe de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que recomendó al Consejo de Seguridad que 1.500 policías y 2.000 soldados se sumen a la actual misión de paz de la ONU en Haití, que cuenta con 9.000 miembros.
Líderes mundiales comprometieron su ayuda masiva para reconstruir Haití después del terremoto que mató a unas 200.000 personas y dejó en ruinas la capital, Puerto Príncipe.
El presidente de Haití, René Préval, llamó a los donantes a no enfocarse sólo en la ayuda inmediata para los haitianos, sino también para el desarrollo a largo plazo de la nación más pobre en el hemisferio occidental.
"No podemos simplemente curar las heridas del terremoto. Debemos desarrollar la economía, agricultura, educación, salud y reforzar las instituciones democráticas", dijo Préval en una reunión con donantes en la vecina República Dominicana.
De vuelta a África. El presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, propuso el lunes crear un fondo especial de US$10.000 millones para el desarrollo de Haití, tras una reunión con funcionarios de varios países para evaluar un programa de ayuda a la nación caribeña.
"Haití va a requerir para un plan integral de desarrollo nacional de unos 2.000 millones de dólares al año. Estaríamos hablando de un programa de cinco años de cerca de 10.000 millones de dólares," dijo Fernández.
Instituciones de la Unión Europea y estados miembro han ofrecido más de 400 millones de euros (US$575,6 millones) en ayuda de emergencia y de largo plazo a Haití.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló con su par de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, sobre la necesidad de que ambos gobiernos y Canadá encabecen la organización de conferencias de donantes, dijo una portavoz en el palacio presidencial de Brasilia.
El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, enviado especial de Naciones Unidas a Haití, se involucró directamente en los esfuerzos de ayuda descargando botellas de agua desde un avión poco después de arribar a Puerto Príncipe.
En tanto, el presidente senegalés, Abdoulaye Wade, propuso que naciones africanas ofrezcan a los sobrevivientes haitianos la posibilidad de restablecerse en Africa, "la tierra de sus ancestros".
"Africa debería ofrecer a los haitianos la opción de volver a casa. Ese es su derecho", dijo Wade en su sitio web.
La prensa local citó a funcionarios senegaleses diciendo que el país del occidente africano estaba listo para ofrecer parcelas de tierra fértil a haitianos.
Seguridad crítica. Préval dijo que soldados estadounidenses ayudarán a la misión de paz de las Naciones Unidas a mantener el orden en las calles, donde las sobreexigidas fuerzas de paz y policiales no han sido capaces de dar completa seguridad.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo que su país no jugaría un rol de policía, aunque que se defenderá y "tiene el derecho de defender a inocentes haitianos y a miembros de la comunidad internacional si algo ocurre".
Un funcionario militar estadounidense dijo que la violencia era aislada y no estaba impidiendo la misión de ayuda humanitaria.
A medida que la desesperación aumentaba, los saqueadores aumentaban en las tiendas destrozadas de Puerto Príncipe, y se enfrentan entre sí con cuchillos, martillos y piedras mientras la policía intentaba dispersarlos con disparos. Al menos dos supuestos saqueadores fueron asesinados a balazos el domingo, dijeron testigos.
Alcaldes, hombres de negocios y banqueros dijeron a Preval que restaurar la seguridad era esencial para revivir al menos algo de la actividad comercial. El mercado de alimentos Croix de Bossales abrió sus puertas pero, con los bancos aún cerrados, "la gente no tiene dinero para comprar nada", dijo Joseph Desilme, que trabaja en el mercado.
Los escombros apilados en las calles retrasaron la entrega de suministros médicos y alimentos, pero, en el caos, había signos de progreso. Los equipos médicos internacionales estaban empezando a encargarse de los hospitales, donde personas gravemente heridas permanecieron días sin ser tratadas.
Más de 30 países han enviado equipos de rescate, doctores, hospitales de campaña, alimentos, medicina y otros suministros a Haití, con lo que colapsaron el aeropuerto.
Equipos internacionales de rescate corrían contrarreloj para sacar a los sobrevivientes de los edificios colapsados, con más rescates reportados seis días después del desastre. Se cree que decenas de miles de personas aún estarían sepultadas por los escombros.