Según encuesta de consultora Olivia, el 72% de los consultados cree que este es el camino que se debe dar.
Desde marzo, la preocupación de las personas por la idea de “nueva normalidad” se ha triplicado en el mundo respecto a igual período del año anterior, según se puede observar en el sitio de tendencias de búsquedas de Google Trends. Y la incertidumbre por lo que vendrá es un gran interrogante.
En este contexto, la consultora Olivia hizo una encuesta a más de 140 ejecutivos de diferentes países (Argentina, Brasil, Colombia, Reino Unido, Holanda, Estados Unidos y Portugal) de los cuales el 46% tiene altos puestos directivos correspondientes a distintos sectores productivos y segmentos, para conocer su visión acerca de diferentes temas en el new normal.
Desde que comenzó la crisis originada por el COVID-19, cerca de la mitad de estas empresas vienen logrado resolver sus primeras urgencias, trabajando la resiliencia organizacional acomodándose a la nueva realidad y retomando sus operaciones básicas conforme se lo que permite el nuevo contexto.
En tanto, la otra mitad ya está comenzando a reimaginar su futuro y algunas empresas más adelantadas en su proceso de cambio están reformulando su posicionamiento en el mercado y su nuevo funcionamiento empresarial.
Contrariamente a lo que se podría suponer respecto de otros momentos de la historia, 72% de los consultados considera que el paso que habrá que dar tiene más que ver con la creación de nuevos productos y el desarrollo de nuevos canales de venta, más que con una reducción de costos (sólo 17%).
“Nuevos canales y productos, nuevos tipos de relacionamiento implica también pensar en nuevas formas de cercanía e innovar bajo la comprensión profunda de las necesidades materiales y emocionales de nuestros clientes", señala Alejandro Goldstein, socio de la consultora Olivia.
Más de la mitad de los ejecutivos cree que este es un momento clave para repensar y reformular el mundo en el que vivimos: el 83% de los encuestados piensa que lo más impactado dentro de todo este proceso será la cultura organizacional.
El desafío entonces queda planteado. Marcelo Blechman, socio de la consultora se hace las siguientes preguntas: "¿cómo lograr una nueva cultura centrada en las personas, donde el crecimiento de las empresas dependa del crecimiento humano?, ¿cómo lograr una nueva cultura de empresa que no funcione reactivamente sino que construya futuro en tanto protagonistas de lo nuevo?, ¿cómo fomentar la cultura de la reflexión corporativa, de la profundización de propósitos y de la sustentabilidad consciente?".
Por último, sólo el 25% de las personas consultadas comprende cuáles serán los cambios de comportamiento de sus clientes. Lo que para Goldstein, tiene relación con que no es posible proyectar un futuro en base a datos históricos o en base a una tendencia observable en los clientes, porque nada de eso existe.
Para él, "todo es nuevo para todos, en simultáno y en forma global. Esto implica que las organizaciones, que hoy parten de cero en este sentido, deban tomar medidas con suma urgencia para acelerar el proceso de transformación y también, en ese proceso, incorporar las capacidades de creatividad (67%), saber gestionar los cambios (59%) y agilidad (52%), mencionados como assets relevantes en la encuesta, para que tengan la capacidad de aprender del nuevo cliente que está surgiendo en el cliente ya conocido”.