Mojar la ropa interior sin querer o cuando se estornuda, son algunos síntomas de esta afección.
La incontinencia urinaria con respecto a la tercera edad posee un aura de diversos mitos y dudas. Sin embargo, especialistas advierten que muchas de las creencias son erróneas, ya que están ligadas también a una serie de variables como infecciones, diabetes, problemas de próstata o simple obstrucción de las vías urinarias.
En primer lugar, advierten que la incontinencia no se trata de una enfermedad, sino un efecto proveniente de otra condición médica y cuyo tratamiento se enfoca en resolver los problemas que la generan.
Tampoco es un mal que afecte sólo a mujeres. De las cerca de 200 millones de personas que la padecen en el mundo, un 30% afecta a mujeres y un 20% a hombres. El resto es una población de niños y adultos mayores.
Algunos tips para controlarla son quitar o reducir el consumo de cafeína de la dieta habitual, ya que es un diurético que contribuye a la irritación de la vejiga, al igual que algunas frutas y jugos cítricos. En tanto, consumir más fibra o suplementos de ella, ayudan a prevenir su aparición y el estreñimiento.
Por su parte, los llamados ejercicios de Kegel fueron diseñados originalmente para ayudar a las mujeres con incontinencia post parto y principalmente fortalecen los músculos del suelo pélvico. Otra de las reglas básicas es el aseo personal, donde mantenerse limpio y seco cobra gran importancia a la hora de hacerla pasar desapercibida.
Toallas, ropa interior, pañales, protectores y sabanillas, son algunos de los productos que hoy cubren esta necesidad. Diversas líneas de este tipo de accesorios, como los desarrollados por Affective, han sido creados con alta tecnología para dar comodidad y seguridad en la vida diaria. Incluyen cubiertas suaves que protegen la piel y la mantienen seca para dejar de lado las restricciones y concentrarse en una vida más plena.
