Encuesta laboral reveló que mientras algunos desean “llevar una vida económicamente holgada”, otros reconocieron que de no continuar trabajando, no les alcanza para vivir.
Un estudio sobre los planes de vida en la vejez y el sistema de pensiones públicas realizado por la Oficina del Gabinete revela que un 37,6 % de los encuestados piensa seguir trabajando pasados los 66 años.
De acuerdo con la agencia Nippon.com, una esperanza de vida cada vez mayor y el declive en el número de nacimientos, con la consiguiente reducción del fondo de pensiones, hacen que el sueño de disfrutar de una merecida jubilación sea inalcanzable para algunas personas.
La encuesta fue realizada a nivel estatal en noviembre de 2018 entre 5.000 hombres y mujeres de 18 años en adelante en forma de entrevista personal, y se obtuvieron un total de 2.919 muestras válidas.
Entre las razones elegidas por las personas que aseguraron que quieren trabajar (o trabajaron) más allá de los 66 años, el 28,9 % confesó que desea “llevar una vida económicamente holgada”, mientras que un 24,9 % respondió que “Si no continúo trabajando, no me alcanza para vivir”.
Por otra parte, las personas que afirmaron querer desempeñar un trabajo (o desempeñaron) hasta los 66 años o menos respondieron que “Esa es la edad marcada para jubilarse” (un 29,2 %), y aludieron que trabajar a esa edad “Es complicado física y mentalmente” (un 29,0 %).
Un 67,8 % de los encuestados confesó haber pensado en sus planes de vida para la vejez. El 45 % de los encuestados de 70 años o más aseguró que cuenta plenamente con los ingresos de la pensión pública. En contraposición, las personas más jóvenes consideraron más importantes los planes privados y los ahorros ante la falta de certeza sobre la posibilidad de recibir una pensión adecuada del Estado.