Las personas diabéticas tienen mayor riesgo de padecer ceguera a causa de su enfermedad, ya que esta puede ocasionar el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, provocando visión borrosa que con el transcurrir de los años lleva al deterioro total de la vista, alertaron especialistas del Instituto Nacional de Oftalmología (INO) del Instituto de Gestión de Servicios de Salud (IGSS).
Por ANDINA. La directora general del INO, Malena Tomihama Fernández indicó que el 5% de casos de ceguera en el Perú tiene su origen en la retinopatía diabética, complicación en el ojo, que es consecuencia de la diabetes que muchas veces no evidencia síntomas previos, dolor, ni pérdida de la visión, pero a medida que la enfermedad avanza produce cuadros graves y otras complicaciones que conducen a una pérdida de la visión muy importante.
Los pacientes diabéticos pocas veces acuden al oftalmólogo antes de tener disminución y/o pérdida de la visión por lo que muchas veces el diagnóstico precoz y oportuno puede significar el tratamiento quirúrgico que detenga la progresión de la enfermedad, indicó la especialista.
“A pesar que diversos estudios han demostrado que las personas afectadas con diabetes tienen 25 veces más probabilidad de padecer retinopatía diabética, los pacientes no acuden al oftalmólogo para descartar este trastorno ocular”, manifestó Tomihama Fernández.
La retina es la parte del ojo más importante para la visión. La diabetes puede llevar a un mal funcionamiento de la retina de tres formas principales: edema macular, hemorragia vítrea y desprendimiento de retina.
La retinopatía diabética es una de las principales complicaciones oftalmológicas que se presentan entre los pacientes que asisten al servicio de Retina y Vítreo del INO y además estos pacientes presentan problemas de glaucoma, cataratas y hemorragias intraoculares.
Explicó que en la mayoría de los casos el tratamiento está encaminado a detener el progreso de la enfermedad. En estados iniciales puede utilizarse la fotocoagulación con láser de argón y en estados más avanzados se requiere de cirugías como la vitrectomía para solucionar hemorragias vítreas o desprendimientos de retina.
A fin de detectar oportunamente la retinopatía diabética se debe examinar el ojo con la pupila dilatada, observando la agudeza de la visión. Además, debe realizarse un examen llamado fondo de ojos que permite ver la distribución de los vasos sanguíneos y la afectación de los nervios.
