Sobre la idea de conseguir un empleo, la encuesta de People & Partners muestra que un 34% se siente muy optimista y un 23% se muestra pesimista.

El alza en la desocupación laboral a raíz de la crisis económica por el Coronavirus, es un fenómeno que sigue golpeando al mundo entero y Chile no es la excepción. De hecho, según las últimas cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el desempleo en nuestro país registró un alza histórica de un 9%, el nivel más alto en diez años.

En ese contexto, la consultora People & Partners realizó una encuesta a más de 400 profesionales y ejecutivos chilenos que se encuentran sin trabajo, para conocer las expectativas que tienen sobre su futuro laboral.

Según el estudio, un 34% de los consultados asegura sentirse muy optimista frente a la idea de conseguir un nuevo empleo pese al actual escenario económico, versus un 23% que se mostró pesimista y con bajas posibilidades de resolver su situación laboral en el corto plazo. En tanto, un 43% de los encuestados declaró no sentirse ni optimista ni pesimista, y estar manejando sus expectativas con cautela.

Al mismo tiempo, los resultados dejaron entrever que la mayor parte de los ejecutivos atribuye su desempleo a la pandemia (36%) o necesidades de la empresa (31%). Luego, están quienes lo asocian al estallido social (15%); y un porcentaje menor dice haber tomado la decisión de forma personal (9%).

“Si bien estamos en un contexto de incertidumbre, es destacable que después de dos crisis muchos ejecutivos se sientan expectantes con respecto a su empleabilidad, porque da indicios de que vemos un futuro más esperanzador del que pensábamos. Ese imaginario decreta que si bien enfrentaremos un escenario complejo, puede ser un espacio para actualizar conocimientos, aprender algo nuevo e incluso focalizarse en refrescar las redes de búsqueda profesional y contactos para seguir activos”, explica Tomás Valles, Brand Manager de People & Partners.

Por otra parte, la investigación evidenció que la mayoría de los profesionales que se encuentran desempleados reconocen haber vivido un proceso de despido distante y frío (54%), mientras que un 46% afirma que al momento de notificarles su desvinculación, fue una experiencia humana y con interés en su persona.

“Sabemos que muchas empresas no pueden seguir sosteniendo estructuras similares a las de antes, pero la invitación es hacer de cada proceso una experiencia cercana, donde exista una preocupación genuina por sus colaboradores. De esa manera, no sólo cuidarán la reputación futura de la compañía, sino que también estarán contribuyendo a formar un mundo más humano para enfrentar esta nueva realidad”, asegura Valles.