Según el informe Future Health Index España, las claves para el futuro de la salubridad en ese país pasa por aumentar el foco en prevención, las tecnologías conectadas y la integración del sistema sanitario.
La multinacional Philips y MIT Technology Review han presentado hoy en Madrid las conclusiones del trabajo Future Health Index 2017 en España, realizado por ambas instituciones y con la participación de 25 expertos. El informe analiza los principales desafíos a los que se enfrenta la sanidad española conectada.
Para mejorar el sistema sanitario actual, los autores abogan por darle más importancia a la prevención de enfermedades, incluir las tecnologías para conectar a los pacientes con los profesionales de la salud y centralizar el sistema sanitario.
Los investigadores destacan la buena percepción que tienen los españoles de su sistema sanitario. Entre los 19 países en los que se han llevado a cabo las encuestas, España es el que tiene un mayor nivel de confianza y satisfacción en su sanidad, el 71% de los ciudadanos y el 91% de los expertos confían en ella.
La faceta que habrían que mejorar, según los participantes del estudio, es la prevención de enfermedades. Consideran necesario incrementar el enfoque en el tratamiento anticipado, dándole un papel más activo a los profesionales y al resto de la población en la gestión preventiva de la salud.
Tratamiento anticipado
Para Joan Bigorra, director de Innovación y Estrategia del Hospital Clinic de Barcelona, una mayor atención en el tratamiento anticipado de enfermedades, “ahorraría mucho tiempo al paciente y el sistema sanitario sería mucho más eficiente. Cuanto antes se abordan los problemas de los enfermos, más barato sale”.
Por su parte, Joan Escarrabil, director del Programa de Atención a la Cronicidad en el Hospital Clinic, en sus declaraciones a Sinc asegura que, “fomentar la prevención de enfermedades a través de un estilo de vida saludable no es únicamente responsabilidad del sistema sanitario, los malos hábitos dependen del contexto en el que vive cada persona”. Así sostiene, “toda la población tienen un papel importante a la hora de garantizar un entorno que favorezca practicar costumbres sanas”.
Integrar las tecnologías conectadas en la salud poblacional repercutiría en la eficiencia del sistema sanitario, indica el informe. “Reduciría el tiempo de espera en los pacientes y optimizaría los cuidados a domicilio de enfermos crónicos y ancianos”, explica Escarrabil.
Según los datos del trabajo, el 78% de los profesionales sanitarios son partidarios de introducir los avances tecnológicos en la comunicación con los pacientes, además resalta el papel de los médicos en su integración, ya que el 53% de la población asegura que los emplearía si se los recomienda su doctor.
Centralizar competencias
El estudio también señala que la descentralización del modelo sanitario se percibe como un obstáculo al acceso y a la integración de la sanidad. Así, el 60% de los profesionales sanitarios considera que centralizar las competencias del sistema tendría un impacto positivo en la salud. Sin embargo, Escarrabil advierte que hay que interpretar estas cifras con cautela: “El futuro de la medicina, pasa por el tratamiento personalizado, que requiere de un grado de descentralización”.
La percepción general de los expertos que han participado en el FHI - España es positiva, sostienen que el sistema sanitario del país ofrece una cobertura universal de calidad, proporcionada por profesionales excepcionales. A pesar de ello, el modelo de salud debe estar preparado –con las medidas propuestas– para afrontar retos del futuro, como el envejecimiento poblacional y el aumento de las enfermedades cardiovasculares y crónicas.