La tercera parte de los asistentes tiene entre 18 y 29 años, mientras que la gran mayoría viene de manera continua. Reciente encuesta revela las principales tendencias sobre el perfil del visitante a la importante cita literaria del cono sur.
Con un promedio de un millón de personas por edición, la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires es una de las más visitadas en el mundo. A la espera de una nueva versión desde el 23 de abril al 11 de mayo, la Dirección General de Estadísticas y Censos de la capital argentina -junto a la Fundación el Libro- presentan un estudio que permite desarrollar un perfil de las personas que le dan vida a la importante cita literaria del cono sur.
Además del millón de visitantes que suman las tres semanas que dura el evento, que ocupa más de 45.000 metros cuadrados, la feria reúne a más de 12.000 profesionales del libro, lo que habla de su influencia en la industria editorial de la región.
El primer dato que entrega la segunda "Encuesta sobre Perfil de los Asistentes a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2014", es que la asistencia del año pasado, en rigor, superó el promedio, ya que se contabilizaron 1.200.000 personas.
Punto importante es que menos de 200.000 personas pagaron entrada, lo que significa que -al menos- el 84% de los asistentes ingresa gratis, ya sea por promociones o entradas de cortesía, según detalla el estudio.
Según la investigación, que arroja resultados sobre el perfil y los consumos culturales de los visitantes, evidencia -entre otras variables- una tendencia a la nacionalización del evento porteño (16% llegó del interior del país), así como una preponderancia de ingreso de jóvenes adultos.
En los últimos años, el movimiento de visitantes procedentes de toda la Argentina se empezó a notar más por los pasillos de la feria, fenómeno que se intuía, pero al que le faltaban datos rigurosos. El hecho concreto es que el porcentaje de personas que llegó del interior se incrementó seis puntos respecto a la edición anterior.
Junto a ello se demuestra también que la cita literaria es un recorrido turístico obligado, puesto que por primera vez se registra más de 16% de residentes de distintos puntos del país. La pista también la da el gran porcentaje de esos mismos argentinos que visitan por primera vez la feria (crece al casi 100% en relación al total), fidelidad que decae en los años siguientes.
Sobre una muestra de 2.000 personas, la encuesta revela además que tres de cada 10 visitantes tienen entre 18 y 29 años; en total más del 31% se estima en esa edad (en el caso del Gran Buenos Aires el número asciende a 40), mientras que por arriba del 25% y 29%, respectivamente, se mantienen los ingresantes de 30 a 44 y de 45 a 64. Sólo el 13% supera los 65 años.
Estos y otros tantos ítem curiosos y representativos sobre el perfil de los visitantes (mayores de 18 años) de la Feria en la última edición, son algunos de los resultados más relevantes registrados en la encuesta llevada adelante por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires junto a la Fundación el Libro.
La investigación aclara también que una alta proporción de asistentes tiene un nivel educativo elevado, aunque poco más de cuatro de cada 10 posee título universitario o terciario. En tanto , solo poco más del 2% tiene estudios primarios o directamente carece de instrucción. En cambio, en lo que refiere al mercado laboral, casi el 80% participa activamente.
Motivos de visita
En cuanto a la "fidelización" de los asistentes, la estadística informa que la gran mayoría son asiduos y que a partir de la tercera visita el fenómeno se acrecienta, y como contrapartida, indica que aquellas personas que fueron a la feria en 2013 y en 2014, algo más de la mitad lo hizo el año anterior y el 20% tres o más veces.
"La repetición de las visitas seguramente está estrechamente relacionada con la gran extensión de la Feria", afirma el estudio.
Los motivos más esbozados por los visitantes habituales de la feria son el paseo o recreación, la compra de libros y la participación en determinadas actividades dentro del lugar, en ese orden de prioridades; números similares se registraron en 2013 que colocaban al evento como un espacio para el turismo literario cultural y la adquisición de ejemplares.
En lo que es el mayor encuentro editorial del país, más del 30% dice ir principalmente por la compra de algún libro, en tanto que casi el 10% de los lectores, en cada caso, asiste con la intención de encontrar novedades y ofertas, y conseguir libros díficiles de ubicar en cualquier librería de barrio.
En lo que es obtención de ejemplares, la edición 2014 no se presentó muy distinta a la del año anterior: el 75% de los que visitaron la Feria compró al menos uno, y el grupo etáreo que más lo hizo fue el 30 a 44 años, seguido por el de 45 a 64, 18 a 29 y en último lugar los mayores de 65 años, aunque de esta población más de la mitad adquirió algún título.
"La recreación se ubica como el segundo motivo principal de visita, lo que indica que la Feria se consolida como un espacio convocante aún para aquellos que no señalan la compra de libros como el factor de tracción principal. Las razones profesionales, la firma de libros (aun cuando muchas veces se trata de artistas masivos) y los eventos puntuales aparecen como motivos poco relevantes, aunque sin duda se complementan con los motivos más importantes", detalla la encuesta.
Y precisamente en lo que refiere al dinero invertido en estos libros hallados en la feria, la investigación revela que tres de cada 10 visitantes gastaron más de 400 pesos en la compra de libros; la mitad consumió entre 100 y 400, mientras que dos de cada 10 compró libros por una cifra superior a los 500 pesos (US$57,1).
No obstante, según los resultados de la investigación, "no existe una relación clara entre los ingresos de los visitantes y la cantidad de libros adquirida en la Feria. Los ingresos de los que adquirieron solo un libro son apenas inferiores a los que no compraron ninguno".
Ahora bien, por fuera del evento literario, en los tres meses previos, tres cuartas partes del total de los encuestados declaró haber comprado libros en ese tiempo (la misma cantidad no consumió siquiera uno en la feria), de los cuales más del 80% lo hicieron en librerías a la calle.
"Librerías de saldos, internet, kioscos y escuelas y universidades, son canales menos relevantes pero con porcentajes superiores al 10%", especifica.
Lectoría
Contra todos los pronósticos al declive de la lectura, la encuesta reflejó que sólo uno de cada 20 de los visitantes declaró no haber leído ningún libro durante los 12 meses previos. En cambio, casi la mitad, leyó entre uno y cuatro ejemplares. Aquellos que compraron más de cinco títulos en la feria son, como se espera, los de mayores índices de lectura.
"Más del 40% de los asistentes leyó entre uno y cuatro libros en los doce meses previos a la Feria y cerca de la cuarta parte más de diez. Los asistentes que compraron más de cinco libros en la Feria son los que observan los mayores índices de lectura", especifica la encuesta.
Los avances tecnológicos y la fuerza que están tomando los dispositivos de lectura móviles también quedaron reflejados en este sondeo, aunque sus resultados demostraron que todavía no llegaron a ser masivos: casi la cuarta parte de los entrevistados asegura leer libros en computadoras, pero apenas un 10% lo hace a través de tablet, e-reader o smartphone.
Los datos de la encuesta desmienten un temor siempre presente entre los promotores de la lectura: que hoy se lee menos. Por el contrario, los datos invitan a doblar la apuesta y aggionarse a las generaciones venideras. Es una de las principales tareas del evento, que este año desarrolla entre los días 31 de abril al 11 de mayo su versión número 41.
* Gráficos de la "Encuesta sobre el perfil y los consumos culturales de los asistentes a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Año 2014"