Úlceras por presión, inflamación de venas y caídas son los accidentes más comunes.
Un grupo de enfermeras de la Universidad Javeriana decidió aclarar un problema que afecta cada día a centenares de pacientes y pone en riesgo sus vidas cuando más enfermos están: ¿qué tan frecuente es la ocurrencia de eventos adversos, lesiones no intencionadas, que se presentan en las unidades de cuidado intensivo (UCI) de América Latina?
Sandra Mónica Rodríguez, enfermera y coordinadora de la Especialización en Cuidado Crítico de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, en conjunto con Diana Marcela Achury, docente javeriana y coordinadora del nodo colombiano de la Red Internacional de Enfermería en Cuidado Crítico, invitaron a 32 colegas de tres países del continente a recolectar datos durante seis meses para determinar cuán grave es el problema que acecha a los pacientes.
Aunque existen cifras de países particulares, principalmente en Europa y Estados Unidos, las investigadoras sabían que el fenómeno podría tener otro comportamiento en países latinoamericanos por las condiciones hospitalarias y de trabajo del personal de salud.
Las unidades de cuidado crítico representan un lugar atípico dentro de los hospitales. En ellas entran los enfermos más graves, existe una alta interacción tecnológica, el riesgo de infecciones puede ser mayor y el personal médico está expuesto a un alto nivel de estrés por los horarios de trabajo y las situaciones de extrema exigencia.
En total, el grupo de enfermeras detectó 1.163 incidentes y, como lo revelaron en la última edición de la revista Pesquisa, de la Universidad Javeriana, el 94,8% de ellos se hubieran podido prevenir. “Básicamente se presentaron por incumplimiento en los estándares de cuidado. Los más frecuentes fueron eventos como úlceras por presión, flebitis y caídas, al igual que los de vía aérea: extubación y retiros de catéteres o sondas”, explicó Achury a la revista.
La principal causa de estos eventos es el incumplimiento de los protocolos de cuidado en la UCI, pero también la poca formación, entrenamiento y reentrenamiento del personal de enfermería asistencial.
Algo que preocupa a las enfermeras son las condiciones laborales que llevan a cometer errores. El estudio reveló que Colombia dispone de un enfermero por cada cinco pacientes, frente a Argentina, con uno por cada dos pacientes, y México, con uno por paciente. “Cuando se tiene una carga laboral de más de 15 horas, la probabilidad de que se cometa un error es importante”, aseguró Achury al periodista David Mayorga, de Pesquisa.
El reto ahora consiste en conocer el perfil laboral y académico de los enfermeros que laboran en las UCI de América Latina y también trabajar para mejorar las condiciones en que ejercen su profesión.