Entre los retos están aumentar el porcentaje dentro de la población económicamente activa.

En los últimos años se ha visto un incremento en la cantidad de mujeres emprendedoras en México y el resto de América Latina, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo aplicada por el INEGI, existen cerca de 4 millones de mujeres emprendedoras. 

Laboratoria, por ejemplo, es un proyecto que identifica a jóvenes de bajos recursos con potencial enorme y les da la oportunidad de convertirse en desarrolladoras web. El resultado es una gran transformación para cada estudiante y una gran fuente de talento femenino de América Latina para el mundo de la tecnología. Para este caso, la compañía con presencia en Chile, México y Perú fue reconocida en los premios Global EdTech Startups Awards, donde McGraw Hill Education formó parte del jurado y se le otorgó un premio de 10 mil dólares, además de tener acceso a las incubadoras y aceleradoras EdTech en Barcelona, Bogotá, Londres, Nueva York y Tel Aviv, incluyendo espacio de oficina e instalaciones, redes, tutoría y orientación.

En este sentido, el presente para las mujeres emprendedoras en nuestro país es alentador, ya que tan solo en el segundo semestre de 2016 la banca de Desarrollo Nacional Financiera (Nafin), otorgó a 1.676 millones de pesos a 2.464 empresaria a través del programa Mujer Pyme. Asimismo, cerca de la cuarta parte de las mujeres trabajadoras ya lo hace por cuenta propia con un 23,5%, enfocadas principalmente en las actividades del sector servicios, comercio, restaurantes y hoteles, según información proporcionada por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).

Fernando Valenzuela, director de Latinoamérica de McGraw-Hill Education, quien recientemente participó como vocero en el CES de Las Vegas, comentó que “América Latina tiene un gran potencial de crecimiento, donde a través de las mujeres emprendedoras o en general de los edupreneurs se transformará la educación del siglo XXI en la región. La innovación viene cada vez más de los países emergentes que a partir de la educación cerrarán brechas aceleradamente para mejorar su competitividad en el entorno mundial”.

Pese al entorno positivo que se vive, aún quedan diferentes retos para las mujeres, entre los que se encuentran aumentar el porcentaje dentro de la población económicamente activa, donde sólo se encuentra el 42,3% del total de la población femenina, incrementar su participación en sectores de la tecnología, comunicaciones y transportes, así como la ampliación de los programas de financiamiento y cultura emprendedora.