La desnudez está siendo vista como una nueva expresión de libertad. En Nueva York, la alternativa se extiende hasta la cena o la comida: “clothing optional”, dicen algunos restaurantes.
Aunque el sentido común ya lo indica, un estudio de la Universidad de Northern Iowa comprobó que los nudistas tienen, en promedio, mayor aceptación de su cuerpo que el resto de los mortales.
Otras investigaciones subrayan los beneficios de pasar tiempo desnudo, ya que favorece la integración y el desarrollo de la identidad frente a las personas del sexo opuesto.
Quizás por cosas como esas, que Nueva York decidió hace un rato proponer una ruta "naked". La más llamativa es la de los restaurantes: muchos han incluido en sus accesos un letrero sugerente que dice “clothing optional”.
El New York Post propuso cambiar el eslogan: de la ciudad que nunca duerme a la ciudad desnuda. Y es que el nudismo es una tendencia creciente en el epicentro cool del universo. Desde clases de yoga hasta restaurantes amplían la oferta lúdica de Nueva York.
Y no es algo metafórico. Si se quiere, es posible ir a cenar a un local y abandonar en la entrada desde el abrigo, hasta el sujetador y los calcetines. Uno de ellos es Dorian's, situado en el Upper West side, donde estar desnudos en la mesa cobra un sentido aún más literal que Samantha Jones cubierta de Sushi en la película "Sex and the city 2".
La desnudez está siendo vista como una nueva expresión de libertad. Un estudio de de la Asociación de Algodoneros Estadounidenses, Cotton USA, señala que el 57% de las personas que duermen desnudas son felices en su relación de pareja.
Los más expertos apuntan a que la ausencia de pijamas ayuda a la regulación térmica del cuerpo, lo que influye directamente en tres procesos hormonales clave: la liberación de melatonina, agente muy efectivo en la prevención del envejecimiento celular; la producción de oxitocina, la hormona del amor que combate la depresión, el estrés y activa la respuesta sexual; y la reducción de cortisol, que provoca hambre y suprime el sistema inmunológico.
Así no más: dormir sin ropa contribuye a mantenerse joven, favorece la vida sexual, reduce el apetito y ayuda a quemar grasa abdominal.
