El presidente de la Federación Mundial de Asociaciones de Gestión de Personas, dijo que “los factores cruciales para los empleados son la salud mental y el compromiso o contrato psicológico”.
La incertidumbre del final de esta pandemia, ante la falta de una vacuna, les exige a las áreas de Recursos Humanos (RH) fijar “prioridades críticas” para los próximos dos años. Las estrategias para la fuerza de trabajo deben trazarse en “múltiples escenarios”, tomando en cuenta “oleadas pandémicas” y sus consecuencias globales, permanentes y desiguales.
Esto fue parte de lo que señaló Bob Morton, presidente de la Federación Mundial de Asociaciones de Gestión de Personas (WFPMA, por sus siglas en inglés), en la inauguración de la edición 55 del Congreso Internacional de Recursos Humanos.
Vía remota, Morton explicó que la necesidad de continuar operaciones en el pico de la pandemia llevó a RH a crear planes de corto plazo. Pero ahora deben considerar que muchos de esos cambios “se consolidarán como nuevas formas de trabajo”.
Mauricio Reynoso, director general Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), organismo que organiza el congreso internacional, coincidió con su colega. El COVID-19 cambió el mundo del trabajo y corresponde a los profesionales de recursos humanos construir y difundir una nueva mentalidad cultural y organizacional, dijo.
“Cuando nos despedimos hace un año, jamás nos imaginamos la situación inédita que nos deparaba el 2020. Sin embargo, aquí estamos, echando mano de la creatividad, la resiliencia, el liderazgo y el trabajo en equipo”, apuntó Reynoso en un video.
Colaboración como nunca antes
Para Morton la pandemia está sirviendo como un catalizador de cambios en la sociedad, en los trabajadores y en el lugar de trabajo. Lo que sigue es que quienes gestionan el capital humano se cuestionen cómo esta situación afectará la capacidad, la asequibilidad y la productividad del personal.
Y adelantó algunas pistas para responder esa pregunta: “los factores cruciales para los empleados son la salud mental y el compromiso o contrato psicológico”.
Morton insistió en que se deben crear rutas de trabajo pensando que a esta pandemia le falta tiempo, pero también qué es lo que pasará una vez que se apacigüe. “Es muy probable que nuestra forma de trabajar haya cambiado para siempre”.
En medio de la incertidumbre que ha traído esta emergencia sanitaria, lo único claro es que clientes, personal, proveedores, accionistas y socios están observando la forma en que las y los líderes la afrontarán, dijo. “La manera en la que las organizaciones manejen esta crisis definirá el futuro de sus marcas ante su fuerza de trabajo”.
Y la conversión de una parte importante del trabajo a la digitalización ha sido una de las respuestas prioritarias en esta pandemia. En este cambio las personas encargadas de recursos humanos han jugado “un papel clave”. Han tenido que mantener la fuerza de trabajo “comprometida, resiliente y lo más productiva posible”, indicó.
La recuperación económica y social, así como el regreso paulatino a los centros de trabajo, plantea el reto de “colaborar como nunca antes, de manera interfuncional”. Y es el área de recursos humanos la que debe encabezar esa tarea, sostuvo, para construir “las relaciones positivas, que son el corazón de la agilidad en los negocios”.
RH en un punto crítico
Mauricio Reynoso, sostuvo que quienes gestionan el capital humano en las empresas también tienen la responsabilidad de “empoderar a los colaboradores” en esta nueva normalidad.
Señaló que el concepto del congreso de RH de este 2020 “se inspira en la agilidad empresarial”. Por ello el lema que esta asociación de más de 12.500 ejecutivos eligió este año fue: Agilidad de negocio. La experiencia humana.
La agilidad, explicó, “es la capacidad de una organización para renovarse, adaptarse, cambiar rápidamente y tener éxito en un ambiente cambiante, ambiguo y turbulento. Exactamente como el contexto que vivimos ahora”, de una crisis global por el brote de un nuevo coronavirus.
Y en recursos humanos la agilidad debe enfocarse en los individuos y los equipos para que funcionen “como una red fluida”, apuntó el directivo en un video que fue mostrado en la plataforma digital del congreso.
Según Bob Morton, presidente de la WFPMA, si algo ha dejado claro esta pandemia es que la inteligencia artificial no puede sustituir del todo el contacto humano.
“Estamos en un punto crítico para recursos humanos. Se trata de nuestra reputación en el amplio mundo laboral y en la sociedad”. Tiempos excepcionales exigen líderes excepcionales, puntualizó.